¿Tiene que ir realmente mi hijo a la preprimaria?, ¿por qué se tiene que pagar tanto por ir a jugar, cantar y hacer bolitas de papel de china?, ¿tiene que ser una prioridad de pago el colegio de un niño en edad de kínder? Estas son preguntas frecuentes de los padres (antes y tras la pandemia) y sus respuestas erradas están causando un daño social inimaginable.
Los guatemaltecos hemos puesto en peligro el futuro de nuestros niños y a causa de ello todo un rubro de la economía nacional está en crisis y, a futuro, las consecuencias serán cuantiosas.
Beto y Nancy, caso real
Maricarmen tiene dos hijos. Un niño de 7 años y una niña de 4. Viven en el departamento de Sacatepéquez. Ella y su esposo son comerciantes y tenían un par de negocios rentables hasta antes de la pandemia. Beto, el niño está cursando su primer año de primaria y está decepcionado del estudio, los años anteriores todo era alegría y juegos, este año no quiere ni recibir clases. Nancy, la niña ingresó este año a estudiar, pero la sacaron del colegio. Ambos estaban en la misma institución y pagaban un poco más de Q4 mil, por mes.
“La inversión este año fue fuerte, uniformes, útiles, libros, todo ya fue por dos, no solo por el nene”, explica la madre. Tras la pandemia, la educación de Nancy se interrumpió por cuestiones económicas, pues los negocios se mantenían cerrados. “Cuando vimos que todo iba a ser por Zoom decidimos sacarla, no valía la pena, igual no lo iba a sentir mucho porque asistió poco tiempo”. La madre explica que de haber estado los dos en preprimaria, a ambos los habrían sacado del colegio.
Esta historia se repite en provincia y en la capital, en miles de hogares que han considerado la educación preescolar como fácilmente prescindible. Pero esta decisión causa un efecto dominó en la economía.
Educación preprimaria
499 mil estudiantes en el sector oficial.
1 mil 634 sector municipal.
95 mil 588 estudiantes en colegios privados.
Guatemala cerrada y sin trabajos coloca como una cereza de pastel, el desprecio a la educación. “No pasa nada, pierden un año y ya”.
El 80 por ciento del desarrollo cerebral ocurre, de los 0 a los 6 años.
El Instituto Nacional del Niño de Harvard.
4 de cada 10 sin educación
A lo privado, solo en preprimaria, y según el Ministerio de Educación (Mineduc) hay 95 mil 588 estudiantes, y según la Asociación de Colegios Privados, el 40 por ciento de los estudiantes de nivel preprimaria ya han abandonado sus estudios, esa cantidad aumenta diariamente. Por tanto, se estima (por simple regla de 3) que más de 38 mil niños han sido privados de su derecho de educación. Ese dato es dramático e incluso podría existir un subregistro que lo podría llevar a un nivel más preocupante.
Más datos exactos con qué contrastar no hay. No existen registros de nivel preprimario, pues el Mineduc no lo considera “obligatorio” y no es requisito para ingresar a la primaria, por tanto, todo son estimaciones. Bienestar Social, que rige la educación de 0 a 4 años, tampoco tiene datos de deserción a ese nivel de estudios.
“4 de cada 10 alumnos se han retirado”.
Diana Brown, directora ejecutiva ACP.
Diana Brown, directora ejecutiva de la Asociación de Colegios Privados de Guatemala (ACP) detalla a Relato GT: “Comprendemos que los padres tomen esta difícil decisión por la situación financiera y de dispositivos, pero si no se desarrollan en esta etapa (0 a 6 años) ciertas destrezas es imposible que las recuperen después, pues esa es la edad ideal”. Brown hace un llamado a no alejar a los niños de los beneficios de la educación preescolar.
“Detrás de cada actividad de preprimaria hay un trasfondo pedagógico profundísimo y cada juego es indispensable. Sócrates lo dijo, se aprende jugando. (…) con las chibolitas de papel de china se desarrolla la psicomotricidad fina, el movimiento de pinza que luego permite la escritura”, por tanto, ninguna actividad de esta etapa debe ser menospreciada.
No hay trabajo, no hay pagos
Miles de familias no han recibido los mismos ingresos y han debido parar los pagos de la colegiatura. El Estado ha obligado a los colegios a no discriminar a ningún niño, evitando que reciba educación por la falta de pago. El Decreto 12-2020 prohíbe el cobro de multas o moras, generados por atrasos en las cuotas escolares o de universidades e indica que los estudiantes no estarán sujetos a expulsión u otras sanciones.
No hay cuotas canceladas, pero los inmuebles en alquiler se siguen pagando, el internet de los salones de computación, el personal de limpieza y seguridad (aunque disminuido se continúa cancelando), las planillas de maestros también y siguen llegando las facturas de agua, luz, etcétera. La dueña de un centro educativo preescolar ubicado en zona 14 detalla: “Antes cobrábamos Q1,800, ahora cobramos mil” y aún así, con cuotas que se redujeron casi a la mitad la deserción se da.
Hasta ahora, cientos de colegios han quebrado ante los cambios que trajo la pandemia desde hace 6 meses, estos establecimientos tuvieron un nivel de deserción de más del 80 por ciento, según integrantes de la ACP.
Directores de centros educativos de provincia explican que entre un 60 y 85 por ciento de alumnos de preprimaria han sido retirados, en la ciudad capital, se reporta un 50 por ciento menos. El coronavirus vació los colegios y las listas de alumnos también. Los padres no están de acuerdo con pagar “lo mismo por menos”, pero ¿realmente será menos o solo un producto diferente?
La deserción escolar que el año pasado, según Mineduc, era de un 7 por ciento (solo en la preprimaria), este año podría alcanzar de un 50 a 60 por ciento.
Los maestros ahora ocupan más tiempo en sus clases, en volverlas más lúdicas, para captar la atención de un niño que tiene un menú de 10 o 15 canales para niños en su cableoperador y millones de videos en YouTube. Sin hoja de ruta, los maestros han improvisado y no han dejado de laborar.
Medidas drásticas
Una encuesta interna realizada a 150 centros educativos miembros de la Asociación de Colegios Privados (ACP) arrojó que el 95 por ciento de ellos necesita apoyo financiero. Los propietarios de los colegios privados han debido actuar, primero se redujeron las cuotas de la colegiatura a la mitad, sin embargo, eso no fue suficiente. Han cancelado contratos de arrendamiento, pedir extensiones de créditos y acortar drásticamente las planillas.
ACP trabaja en pro de financiamientos con la banca nacional para apoyar a los establecimientos. “1 de cada 5 colegios, se ha acogido a un programa de financiamiento, privado o estatal”, según el Grupo Latinoamericano de Asesores por la Educación.
Preprimaria, los más golpeados
Los colegios especializados en la preprimaria son los que más abandono y deserción escolar han reportado, ya que, al igual que en el ejemplo de la familia de Maricarmen, el hijo que ya está en primaria o en grado avanzado se ha quedado con el privilegio de estudiar.
“Los padres de familia no quieren pagar sus cuotas porque consideran que si el niño no viene, no tienen por qué cancelar, piensan que no gastamos, pero el 75 por ciento de los ingresos son para pagar salarios y ese gasto lo tenemos fijo”, explica a Relato, la dueña de un prekínder ubicado en una zona exclusiva de San Cristóbal.
Se han creado más de 900 denuncias, según la Diaco, en su mayoría por cobros indebidos, especialmente el del bus.
Los padres de familia se “defienden” de los establecimientos que un día fueron el segundo hogar de los niños, han dejado de pagar e interponen denuncias ante la Diaco.
“Tuvimos que pagar el bono 14 sin ninguna ayuda del gobierno y ahora hay que cancelar el aguinaldo, con la mitad de ingresos y los mismos gastos que antes”, cuenta a Relato la propietaria de un preschool que lucha por sostener su centro.
Un miembro de la ACP incluso bromea con que tendrán que implementar un área de cobranzas, intentando buscarle el lado amable al tema. Explica que comprenden que los padres de familia no puedan pagar por haber perdido empleos, pero detalla que eso ha llevado a la quiebra a cientos de colegios y proyecta que de seguir todo igual, los cierres serán masivos.
Otra directora de preescolar de la zona 11 capitalina explica que para ella el nivel de deserción es mayor: “El 60 por ciento de sus preescolares inscritos fueron retirados”.
Piensan que la educación preprimaria no es indispensable
El informe La educación preprimaria en Guatemala, de la Dirección General de Evaluación e Investigación Educativa (Digeduca) del Mineduc, explica que la asistencia a la preprimaria es optativa y en el país no hay leyes en materia educativa que la convierta en obligatorio, por tanto queda en manos de los padres de familia si los niños la cursan o no. Sin embargo, detalla que este proceso educativo es indispensable, pues le da ventajas fonológicas y de desarrollos físicos y emocionales a los niños que sí la cursan.
Sin embargo, la ciencia indica que el paso por la educación preprimaria es la más importante para el desarrollo integral del ser. En esta etapa se desarrolla la interacción social correcta y las bases psicoemocionales como sociológicas de los niños. Eso es lo que desarrolla “el baile, el canto y las bolitas de papel de china”. Ese bagaje es intangible, pero crean la diferencia entre un ser empático, capaz de relacionarse correctamente en la sociedad y con límites bien puestos; y un ser que no sabe de inteligencia emocional y que estará en clara desventaja ante el resto de niños que llevan un sólido aprendizaje en el resto de áreas.
Internacionalmente, la etapa de preprimaria se convierte en la más importante y su análisis ha arrojado que quienes sí la cursan alcanzaron un mejor resultado en pruebas aplicadas de Ciencias Naturales, Escritura, Lectura y Matemática.
Privada no significa que tengan todos los recursos
Diana Brown, directora ejecutiva de (ACP) explica que en hogares con más de un hijo el problema se magnifica, pues “no hay suficientes dispositivos en casa para que puedan estudiar y no ven los padres de familia que un niño de preprimaria pase tanto tiempo frente a una pantalla”.
Los niños se quedan en casa sin educación y otros han debido salir al campo con sus padres; sus manos pequeñas y finas son útiles para la cosecha y la limpieza de los frutos de la tierra. El hambre obliga a tal extremo.
Sin fechas para volver
Los semáforos no incluyen a la cartera de Educación y no hay fecha de regreso a clases en físico. Por tanto, los centros educativos desarrollan 3 escenarios: virtual, híbrido y presencial, que se llevará de acuerdo a la situación de salud el próximo año. Este 2020 la educación seguirá desde casa y seguramente serán los últimos en volver a la normalidad, pues se pretende evitar contagios en los más pequeños, los maestros y el personal educativo.
Mineduc brilla por su ausencia
“A esta altura del año ya nos deberíamos de estar preparando para la reapertura del otro año, sin importar cuando sea y no tenemos ni protocolos ni información (…) estamos a ciegas”, explica la propietaria de un preescolar que ve con preocupación el poco o nulo seguimiento del Estado para los preescolares.
5 mil son los colegios privados en todo el país que pagan salarios de 123,277 maestros y atienden a un total de 986,577 alumnos.
El Ministerio de Educación informa que no responde ante este tipo de problemática, puesto que su mandato con los colegios privados es velar por la calidad educativa. En respuesta, ACP ha pedido audiencia para presentar el tema de deserción escolar a Bienestar Social y a la fecha no se les ha siquiera respondido. Los colegios privados representan un 23.6 por ciento del total de estudiantes del país, por tanto, no se puede seguir ignorando los problemas que presenten.
Mirada a futuro
Luisa Vidal, de la ACP en su rama preescolar explica que ha surgido el movimiento “Yo apoyo a los preescolares”, un grupo de ayuda que se debió crear, tras la pandemia, con 45 preescolares que trabajan por visibilizarlos y ahora tienen una campaña que buscará incluso una iniciativa de ley que apoye, promueva y proteja a la educación de este nivel.
“Los niños de menos de 6 años son temas de nación”, indica Vidal y agrega que buscan apoyo en otras entidades para trabajar sobre la ley y están abiertos a añadir a toda institución pública-privada que se relacione con la primera infancia a sus mesas de trabajo.