Gracias a las industrias dedicadas a la producción del aceite de palma se han podido generar nuevos espacios de trabajo. Esta agroindustria ha dado un impacto en la economía al brindar más de 25 mil empleos directos y más de 125 mil indirectos, apoyando a las economías locales donde opera el cultivo.
Para la economía completa del país, esta producción también representa una parte importante. El aceite de palma aporta el 1.09% del Producto Interno Bruto (PIB) del país, creando fuentes de trabajo para los pobladores y crecimiento económico en las comunidades.
La palmicultura guatemalteca es referente mundial en productividad y sostenibilidad. Por medio de diferentes espacios para la protección de los ecosistemas, también se permite que la flora y fauna pueda crecer junto a la prosperidad.