Antes eran las conversaciones de pasillo, los grupos de WhatsApp o las revistas de farándula. Hoy, el chisme vive en TikTok, en los podcasts virales y en los famosos storytimes.
Pero ya no solo hablamos de otras personas. Ahora, el nuevo chisme es contar tu vida entera, con detalles que antes eran impensables de compartir.
Le llaman oversharing, y no es solo una moda: es un fenómeno cultural que nos dice mucho sobre cómo las nuevas generaciones entienden la vulnerabilidad, la conexión y el entretenimiento.
🎤 ¿Qué es oversharing?
Literalmente significa “compartir de más”. Es cuando una persona expone en redes sociales aspectos íntimos de su vida, desde rupturas amorosas, traumas familiares, problemas laborales, hasta historias vergonzosas, todo sin filtros.
Y no es algo accidental: muchos lo hacen con intención de conectar, sanar o incluso monetizar.
🧠 ¿Por qué está pasando esto?
- Cansancio del contenido perfecto: Después de años viendo vidas idealizadas en Instagram, ahora buscamos lo real, lo imperfecto, lo humano.
- El algoritmo premia lo íntimo: Las plataformas impulsan contenido que genera reacción emocional. Y pocas cosas conectan más que una buena historia personal.
- Terapia colectiva: En un mundo donde ir a terapia aún es un privilegio, muchos usan TikTok o Spotify para sacar lo que llevan dentro… y encontrar consuelo en los comentarios.
- Influencers como confidentes: Ya no basta con mostrar qué comiste. Ahora la audiencia quiere saber por qué lloraste, a quién bloqueaste o qué aprendiste de tu peor error.
🎧 ¿Ejemplos? Miles
- La Cotorrisa, Se Regalan Dudas o Chisme No Like mezclan anécdotas personales con análisis ligero.
- En TikTok, #storytime tiene más de 50 mil millones de vistas, con videos donde las personas narran desde citas desastrosas hasta momentos de crisis existencial.
- Hasta las marcas están entrando al juego: muchas campañas ahora promueven “historias reales”, aunque estén editadas con luces perfectas.
🤔 ¿Y está bien o mal?
Depende.
Compartir puede ser liberador y hasta sanador. Pero también puede volverse una forma de exposición que cuesta caro: juicio, cancelaciones, burnout digital.
La clave está en tener límites sanos y entender que no todo necesita compartirse para tener valor. Que puedas contarlo no significa que tengas que hacerlo.
✨ ¿El nuevo chisme? Es sobre ti mismo.
En lugar de preguntar “¿ya viste lo que le pasó a fulanito?”, ahora decimos: “déjame contarte lo que me pasó a mí”.
Y aunque a veces suena superficial, el oversharing también revela una necesidad real: sentirnos menos solos.
Así que la próxima vez que veas un storytime, pregúntate si estás ahí por el chisme… o por la compañía.