Sobre la región de las Verapaces se cierne una amenaza, una en forma de 13 batallones y 11 mil efectivos dispuestos a todo por la tierra. Estas huestes, dirigidas por el septuagenario comandante guerrillero Julio César Macías, alias “César Montes”, se han organizado en la Fundación Turcios Lima y buscan tierras para los campesinos más pobres del país.
El tuit de CENTRANEWS encendió las alarmas el pasado 27 de marzo. En la imagen se podían apreciar tres columnas de campesinos, con playeras rojas y la leyenda “Fundación Turcios Lima”; además, aseguran que el trasnochado comandante afirma tener 600 hombres que harán lo que sea para quedarse con las tierras.
Con una risa burlona y su tradicional ironía, el comandante Montes se mofó de la publicación y aseguró que era una total mentira. “Eso que dicen allí es una estupidez”, afirmó.
Es una pendejada decir que tengo 600 hombres, cuando en realidad tengo 13 batallones y 11 mil efectivos. Decir 600 es algo calumnioso”. Comandante “César Montes”
Toda esta estructura, que de ser cierta podría ser comparable con un ejército bajo las órdenes de Montes, les ha robado el sueño a muchos en las tierras altas. Algunos hablan de invasión de fincas, destrucción de la propiedad privada y hasta de retomar el tema de secuestros de finqueros.
Y no es para menos, ya que durante los años del conflicto armado interno las organizaciones subversivas (Fuerzas Armadas Rebeldes -FAR- y el Ejército Guerrillero de los Pobres -EG-), que dirigió Montes, se dedicaron al secuestro de empresarios. Durante una entrevista en 2012, el comandante reconoció que sus grupos rebeldes se valían del rapto de empresarios y sus familiares para financiar la lucha subversiva.
Montes agregó que su lucha es una no violenta hoy en día, una por la dignidad de los más pobres. “Queremos que la gente salga de la pobreza y para ello hemos creado batallones de toda clase, hasta de mujeres y niños, todos dedicados a la producción”, resaltó.
No somos violentos, pero ya estamos cansados de que el gobierno no atienda a la población más necesitada”. Comandante “César Montes”
Para alcanzar sus objetivos, la Fundación Turcios Lima ha entablado diálogos con organizaciones no gubernamentales, agencias del gobierno y grupos de derechos humanos porque, según Montes, los esfuerzos son por mantener el diálogo y lograr consensos a partir de la paz.
Sin embargo, para pobladores de las zonas donde opera el comandante guerrillero, una agrupación tan grande y con las consignas que proclaman, son un peligro para la estabilidad de la región. Édgar Batres, comerciante de Cobán, indicó que la simple presencia de Turcios Lima genera zozobra entre los pobladores.
Vivimos en una zona azotada por el narcotráfico y para colmo ahora tenemos que lidiar con estos guerrilleros de la tercera edad. No hay cómo salir adelante”. Édgar Batres
Sobre las preocupaciones que manifiestan diversos grupos, en relación con su Fundación, Montes explicó que son “unos estúpidos”. Esos discursos ya están caducados, ya eso quedó atrás y ahora “la lucha debe ser por la propiedad de la tierra para quienes no tienen”.
“Solo los estúpidos asustan con el tema del comunismo. En este país la izquierda es obsoleta, menos la Fundación Turcios Lima”, manifestó.
“César Montes” y Julio César Macías
Un mismo personaje, dos nombres y una sola ideología. A sus más de 70 años, ha logrado esconderse detrás de dos nombres que le permitieron operativizar sus acciones subversivas. Por más de 50 años viajó entre Guatemala, El Salvador, México, Nicaragua y hasta Vietnam, para combatir a las “huestes gringas”.
Fue el fundador de la primera organización guerrillera del continente, las Fuerzas Armadas Rebeldes de Guatemala (FAR), en 1962. Con tan solo 18 años comenzó sus actividades y debido a su apariencia se ganó el mote de “El Chirís”.
Conoció personalmente a Ernesto Guevara, “El Che”, y trabajó directamente con él en Cuba. Hoy, luego de que se firmaran los Acuerdos de Paz, Montes ha encontrado otro nicho para mantener vivo el espíritu rebelde que lo ha caracterizado: “la lucha por las tierras”.
Lo cierto del caso es que la agrupación del comandante “César Montes” ha dado de qué hablar en las tierras altas del norte de Guatemala. Y a más de alguno, el miedo a los días del conflicto armado interno, donde la violencia y los secuestros estaban a la orden del día, le vuelve a la mente. Montes, el guerrillero trasnochado, el septuagenario irreverente y el secuestrador confeso no se rinde.