Carreteras guatemaltecas: desvergüenzas, robos y abandono de una responsabilidad nacional imagen

“Ningún presidente ni alcalde ‘hereda problemas’. Se supone que los conoce de antemano y por eso se hace elegir, para gobernar con el propósito de corregir esos problemas. Culpar a los predecesores es la salida fácil y mediocre de los malos gobiernos. Si no pueden, no se postulen”.
Andrés Felipe Giraldo L.

Las opiniones e imágenes de este artículo son responsabilidad directa de su autor.

Según el Ministerio de Finanzas, desde el 2019, el 85 por ciento de la red vial del país, ya llegó al final de su vida útil. Con solo el 15 por ciento de los caminos pavimentados en óptimo estado, Guatemala sobrevive a un abandono total de las redes viales desde el gobierno pasado.

Históricamente, el Ministerio de Comunicaciones, Infraestructura y Vivienda (CIV), cartera clave para este tema, ha sido utilizado para el beneficio mezquino de políticos y sus familiares y no para el verdadero desarrollo del país. Durante el gobierno de Otto Pérez Molina, Alejandro Sinibaldi hizo millones en sobornos y la red vial se estancó; durante el gobierno de Jimmy Morales los millones también se movieron en esa cartera, pero la inversión era impalpable. Prueba de ello, el Libramiento de Chimaltenango que fue la gran y desastrosa obra del “Reformador”. Todavía, a 40 días de culminar su mandato, el Ministerio de Finanzas trasladó fondos para el mejoramiento y reposición de carreteras (en diciembre de 2019), los guatemaltecos aún nos cuestionamos ¿dónde está también ese dinero?

Carreteras primarias y secundarias han sido mejoradas, en papeles únicamente, con la mejor calidad de materiales y con un alto porcentaje del total de nuestros impuestos. Pero, al quitar los justificantes y los papeles de archivo, la realidad es una diferente. Guatemala, a duras penas tiene caminos.

En provincia hay plantones y protestas, los transportistas lo tienen como tema “de gaveta” en sus demandas, los agricultores y productores manifiestan con ese tema, los alcaldes también se quejan y hacen esfuerzos que no son suficientes. Los empresarios lo han señalado hasta el cansancio y los exportadores simplemente corren con gastos mayores por el estado de la red vial. Miles de vecinos han paralizado calles, carreteras y caminos exigiendo la reparación de tramos carreteros a las autoridades, ¿por qué no se les escucha?, ¿por qué se invierte tanto en la cartera responsable y seguimos con el 85 por ciento de caminos caducos? Este es otro efecto secundario de la corrupción.

No conozco un solo guatemalteco que no haya sido afectado por el olvido sistemático de los caminos. Baches, rajaduras, agujeros, cráteres, terracería, caminos inundados y deslaves sobre caminos nuevos: esa es la realidad vial.

Pero ¿por qué nos debe importar el estado de las carreteras? Porque es un índice para medir a nuestro país en múltiples e importantísimos aspectos.

El mal estado de las rutas impacta de manera negativa la economía y el turismo, ya que aumenta el tiempo de traslados y retrasa la llegada de visitantes a sitios de recreación. Además, el deterioro de la red vial representa un incremento en los costos de operación, tanto para el transporte de carga como para el de pasajeros. Los accidentes se generan más fácilmente y se aumentan depreciaciones de vehículos y tiempo-vida invertido en las rutas.

En la ciudad capital, los baches están a la orden del día, pero es innegable que hay un trabajo constante para reparar diversos puntos. Provincia es otra historia. Usted sale del kilómetro veintitantos en cualquier ruta y la historia se vuelve de terror.

CA-2, RD-12, CA-9 y la CA-13 son “accesos inaccesibles”, quizá los únicos caminos en buen estado son las autopistas porque ahí no han llegado los tentáculos de la corrupción gubernamental y porque pagamos constantemente para pasar por ellas.

El estado de las carreteras en la entrada de Jalapa es lamentable, el del camino a Jutiapa es intransitable, el de Retalhuleu da pena e incluso el de algunos puntos de Quetzaltenango es insorteable.

Sin embargo, el estado de las carreteras es un tema de Estado y comunitario. Desde el gobierno central con el Ministerio de Infraestructura hasta pasar por las municipalidades, COCODES, COMUDES, CODEDES

Quetzaltenango, cuna de la cultura y los baches

Óscar de León, corresponsal de Quetzaltenango para Mi Gente Informa, gremio amigo de RelatoGT, recorrió parte de la carretera Interamericana comprobando que a la altura de “Cuatro Caminos” más de 26 kilómetros se encuentran en mal estado presentando hundimientos, baches y hasta desaparición de la cinta asfáltica. Sí, leyó bien, “desaparición de la cinta asfáltica” y eso no ocurre con un temporal o uno, dos o seis años de olvido. El problema es de arrastre histórico. Más de 50 mil vehículos transitan, por día, en este punto.

Cito Zarco
El tramo carretero llamado “Cito Zarco” que comunica Quetzaltenango con Retalhuleu, tienes serios desperfectos, la obra está parada desde hace tres años. El Ministerio de Comunicaciones no ha logrado agilizar los trabajos que quedaron incompletos desde el gobierno de Jimmy Morales, dicho tramo consta de 12.6 kilómetros y atraviesa los municipios de Zunil y Cantel.
Otto Vargas, representante de la mesa de competitividad del Occidente, dio a conocer a Mi Gente Informa que el mal estado de los tramos carreteros es uno de los grandes problemas heredados por los diferentes gobiernos, pero es obligación del Presidente y su Ministro de Comunicaciones recuperar la cinta asfáltica que se encuentra en mal estado.

El presidente Alejandro Giammattei en su última visita a Quetzaltenango inauguró un Centro de Atención Permanente de Salud, en el municipio de Cantel, ofreció que su gabinete móvil le daría solución y repararía en menos de tres meses la carretera. Posteriormente, se retractaría diciendo que es una de sus prioridades, pero los trabajos empezarán aproximadamente en un año.
Según Sandino Monzón, delegado de la Coordinadora Nacional para la Reducción de Desastres (CONRED), durante la temporada de lluvias la saturación de suelos genera deslaves, destruye el pavimento y obstaculizan el tránsito en toda la región del Altiplano, siendo la carretera Interamericana la más afectada debido a la región montañosa donde se encuentra.

Escuintla, el olvido y las excusas

Escuintla es camino obligado del transporte pesado por la cercanía a las fronteras de México y El Salvador, el estado de sus carreteras debería ser el ideal por esta razón, pero su realidad es lamentable.

La falta de mantenimiento de las carreteras que conducen a Escuintla han causado diversos accidentes que han dejado saldos lamentables y vehículos dañados.

Los escuintlecos están cansados del estado del camino y utilizan las redes sociales como medio para hacer eco de sus preocupaciones. *Vivi (nombre ficticio) es una pequeña empresaria que vive en ese departamento y explica a Relato que desde hace muchos años atrás ha sufrido con los caminos, pero ahora que exporta producto nacional lo nota más. “Ese es el problema de siempre, pero a mis precios yo tengo que descontarle Q200 o hasta Q550 por los daños que les hacen a los carros al transportar la carga. Caer en esos hoyos o cráteres arruina la suspensión. Hasta los rines y las llantas se arruinan y eso es un gasto total que no puedo estarle aumentando al precio ¡lo tengo que asumir enteramente yo!”. El problema está en las calles principales y las carreteras.

Al cuestionar a la comuna, hablan de listados de caminos recapeados y baches, pero no es suficiente. La zona Vial número 3 de Caminos, que cubre esa área, asegura que ellos solo tienen a cargo caminos de terracería. ¿Responsabilidad de quién son los caminos?

Chimaltenango, la herencia de las tranzas de Baldetti

El proyecto como tal inició en el gobierno de Álvaro Colom con un paso a desnivel como primera acción que se concluiría con un bypass que evitara pasar por el casco urbano de la cabecera chimalteca. En tiempo de Otto Pérez Molina comenzó la construcción y se dejó en el abandono durante mucho tiempo, pues el proyecto presentaba anormalidades generadas por la corrupción. Se señaló directamente a Roxana Baldetti y se esperó al gobierno de Jimmy Morales para que lo concluyera.

La empresa encargada de realizar el millonario proyecto del Libramiento fue la Constructora Nacional, S.A. (CONASA), la cual obtuvo una adjudicación de Q450 millones. Luego, tras una serie de retrasos e incrementos de Q139 millones, Renova Ingenieros, S.A. finalizó el último tramo de 2.5 kilómetros que retrasaron los trabajos. 

El proyecto costó cerca de Q500 millones y se inauguró en abril de 2019, se presentó como la gran obra de la gestión del presidente Jimmy Morales.

El Libramiento es un tramo carretero de 14.5 kilómetros, que se esperaba fuera la solución para las eternas colas de Chimaltenango, pero solo ha sido una clara burla a la población. Los problemas con la obra iniciaron desde antes de inaugurarla y a la fecha, continúan. Ni la calidad de los productos ni la planificación fueron las mejores. Inundaciones, deslaves y deslizamientos están a la orden del día y el paso se cierra constantemente por estos motivos.

Quiché, la herencia de Otto Pérez Molina y las amenazas infructuosas de Giammattei

Era 2014 cuando se celebraba, con bombo y platillo la reconstrucción de la carretera de Santa Cruz del Quiché a San Pedro Jocopilas, y el Gobierno de Otto Pérez Molina, invirtió Q229 millones para un proyecto de 15 kilómetros, que nunca se terminó.

Mientras, hay puntos intransitables y colapsados, la compañía que estaba a cargo de la obra suspendió los trabajos porque el Ministerio de Comunicaciones liquidó al Fondo Social de Solidaridad, de donde provenían los fondos que pagaban a la empresa.

La vía se utiliza diariamente por miles de pobladores de 9 municipios de Quiché, Huehuetenango y Alta Verapaz, pero para ellos no hay respuestas.

La constructora que inició trabajos levantó el asfalto viejo desnudando la terracería y así quedó. Sin pago, no hay asfalto. Nuevamente es el Micivi que deberá solucionar el problema.

Alejandro Giammattei, presidente electo, durante sus visitas al departamento se comprometió a finalizar las carreteras a San Pedro Jocopilas y San Antonio Ilotenango. Mencionó que si fuera necesario iniciaría acciones legales en contra de los responsables que por negligencia no lograron finalizar esas obras.

Las Verapaces, oro verde, abandono y lucha

Según datos de la Municipalidad de Salamá, son seis carreteras las que conectan todo el departamento de Baja Verapaz con el resto de Guatemala. Siendo una de ellas la RD-12, una ruta olvidada que con su mantenimiento lograría generar una conexión estratégica para los camiones de carga entre Alta Verapaz y Guatemala, optimizando los costos de producción.

Alta Verapaz cosecha cardamomo, pimienta, achiote, hule, café y limón, principalmente. Del departamento se envía el producto a la ciudad para consumo interno y para la exportación, sus productos de primera transitan por caminos de tercer mundo que retrasan la calidad y las ganancias.

La RD-12 tiene una extensión de 82 kilómetros, pero según datos oficiales, únicamente está asfaltado en un 50 por ciento, el resto es de terracería que la vuelve intransitable durante la temporada lluviosa debido a la crecida del río Motagua.

Según Eduardo Sam, corresponsal de Las Verapaces para Mi Gente Informa, gremio amigo de RelatoGT, las comunidades asentadas en las cercanías de esta carretera han hecho solicitudes a los gobiernos municipales y al central, para que se inicien acciones de recuperación de la carretera y la finalización de un puente que evitaría que queden incomunicadas durante la época de lluvia, pero sus ruegos son ignorados.

Carretera CA-9, una constante congestión y riesgos en el camino

La CA-9 es la carretera principal que une al departamento de Guatemala con los de Oriente, costa Atlántica y Norte del país, lamentablemente por el abandono de rutas secundarias como la RD-12, esta red vial se mantiene congestionada, con ello el envío de productos se ralentiza.

Los accidentes, por ser la única vía, están a la orden del día. Automóviles, motocicletas, mototaxis, buses extraurbanos y el transporte pesado sortean un camino sin señalización. Hay muchas vidas qué lamentar.

Y aquí hemos hablado de las rutas principales, las secundarias, las de tierra de las aldeas y caseríos, esa ya es harina de otro costal, que también tiene el ingrediente de la corrupción.

¿En realidad el estado de las carreteras afecta al transporte?

El deterioro de tramos viales provoca una serie de dificultades en los conductores que afectan su salud (física y mental). También dejan problemas de índole económica:

  • Fatiga al volante. El mal estado del pavimento provoca que los conductores estén más alertas y deban realizar una conducción más complicada, algo que dobla su cansancio.
  • Incremento de los costes de mantenimiento de los vehículos. La reparación de los camiones por averías provocadas por el mal estado de las carreteras aumenta al igual que los gastos.
  • Vida útil de los camiones. Cuantas más reparaciones y cuanto peor sea el estado de las carreteras, más afecta a la duración de los automotores, que deben ser sustituidos antes de tiempo.
  • Consumo de combustible. El mal estado de las carreteras repercute en la forma de conducir, con más frenazos y cambios de marcha, algo que causa el consumo de combustible.
  • Accidentes de tráfico. Las grietas, baches o socavones incrementan el riesgo de sufrir un accidente al volante.

*Con información de Mi Gente Informa

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