Independientemente de la inclinación política particular, quiero centrarme en un elemento que parece, no ser relevante ni prioritario y es la BASURA POLITICA.
Cada cuatro años, durante todo el proceso electoral, los guatemaltecos quedamos inmersos en un país pintarrajeado, saturado de mantas y vallas con personajes de caras sonrientes y promesas que quedan sin cumplir.
La propaganda electoral colocada en vía pública contamina visualmente. Es un desperdicio de recursos. No contribuye al voto ni a informarle al ciudadano.
A los ciudadanos nos molesta que se invada el espacio público con esta propaganda. La gente lo ve mal, lo ve como basura, como algo que solo estorba y afea el entorno que pertenece a los ciudadanos.
Esta ha sido una campaña política en la cual los partidos políticos y candidatos han exhibido pobreza en sus propuestas, en donde lo único que ha predominado han sido las descalificaciones, las agresiones y las payasadas y para ajustes nos inundaron y asfixiaron con toda esta “propaganda”.
¿Cómo es posible que en Guatemala se sigan utilizando medios arcaicos para hacer propaganda??? Habiendo tantas posibilidades de llegar a las personas de forma digital aquí derrochamos materiales como la madera y el plástico, sin que las autoridades hagan nada al respecto.
Como ciudadanos debemos exigir, que en 60 días de concluido el proceso electoral, los partidos políticos y los comités cívicos cumplan, con su obligación de retirar la propaganda (art. 219 de la Ley Electoral).