Con el inicio de la pandemia de COVID-19, el mundo de la aeronáutica y los viajes se detuvieron. Hoy son pocos los países que aún cuentan con transporte aéreo comercial habilitado, mientras la mayoría de aeropuertos se encuentran cerrados y solo con la visita de ciertos vuelos de rescate o humanitarios.
Las pistas de aterrizaje, a diferencia de hace algunos meses, no tienen aviones recorriéndolas para un despegue, sino son utilizados como estacionamiento provisional. Históricamente es el mayor parón en la industria de la aviación y las aerolíneas han sufrido las consecuencias.
Entre las compañías aéreas dedicadas al transporte de pasajeros con problemas financieros causados por este parón se encuentra Avianca, la aerolínea de origen colombiano, que es la segunda con más tiempo que opera en el mundo. El pasado 10 de mayo, anunció que se encontraba en bancarrota.
¿En qué consiste la bancarrota para una aerolínea?
Aunque la bancarrota no afecta a los viajeros, incluso si no pueden viajar por la pandemia, sí afectó a la empresa de manera organizacional.
Por ello, la compañía colombiana acudió al capítulo 11 del Tribunal de Bancarrota del Distrito Sur de Nueva York, Estados Unidos, lo que le permite reorganizar la estructura de la empresa y poder seguir volando en cuanto se levanten las restricciones aeroportuarias. Este capítulo permite una reestructuración financiera bajo la supervisión del sistema judicial del país norteamericano sin la necesidad de suspender operaciones.
Además, no es la primera vez que la compañía Avianca Holdings necesita acudir a esta ley de bancarrota, ya que en 2003 también requirió de apoyo gubernamental para continuar con sus servicios.
Sin embargo, el programa de lealtad que tiene alianza Avianca, LifeMiles, no entró dentro de este apoyo. Pero, a diferencia de la compañía aérea, LifeMiles cuenta con otras alianzas que le permiten no estar incluido en la ley de bancarrota. Matthew Vincett, presidente de LifeMiles, aclaró que “muchos socios ganan millas varias veces al día en sus gastos habituales; por ejemplo, cuando pagan con una tarjeta de crédito LifeMiles en un restaurante aliado ganan millas tanto por el medio de pago como por el consumo en el establecimiento aliado”.
¿Qué cambios generó la bancarrota?
Los servicios continúan, entre lo que el gran paro aeronáutico permite, y que no afectó los tickets aéreos para miles de viajeros que no pudieron tomar sus vuelos por la pandemia, la bancarrota sí tiene un efecto dentro de la compañía originaria de Colombia. El principal aspecto que considera van der Werff que cambiará será la flota de aviones.
Hoy, Avianca tiene 158 aviones, pero van der Werff ya ha afirmado para El Tiempo que “probablemente va a salir una Avianca más chica en flota” para cuando las medidas sean levantadas. Por otro lado, las rutas hacia Perú han sido las más afectadas, donde se redujeron las operaciones.