El regreso a clases en las universidades de Guatemala se regirá en buena medida por las disposiciones contenidas en el Acuerdo Ministerial 233-2020, que regula las normas de reapertura segura de las Instituciones de Educación Superior. Y aunque este protocolo establece las normas para el regreso a clases presenciales, cada una de las casas de estudios está en la libertad de evaluar la viabilidad de impartir clases presenciales o continuar con el sistema virtual de impartir enseñanza.
De acuerdo con Eugenia Rosales, secretaria del Foro de Rectores, cada universidad está atendiendo sus propias disposiciones, pero hay unas que contempla el acuerdo ministerial y que rigen a todas las universidades. “Algunas van a tener clases presenciales, siempre y cuando atiendan lo dispuesto por las autoridades. Pero cada una decidirá, según sus circunstancias, implementar clases presenciales o virtuales”.
Según el acuerdo ministerial, hay cuatro requisitos mínimos que las universidades deben cumplir para poder permitir que los estudiantes vuelvan a clases presenciales. Entre estos figuran la obligatoriedad del uso de la mascarilla, instalaciones ventiladas, implementación de un sistema de vigilancia sanitaria y un plan de contingencia.
Sobre el uso de la mascarilla, el acuerdo establece que su uso es obligatorio. “Todas las personas que asistan al centro universitario deberán usarla mientras permanezcan dentro del mismo. En el tema de la ventilación, se recomendó intensificar la ventilación natural en todos los espacios de clases. Por lo que se pide que se mantengan abiertas, todo el tiempo, las ventas de los recintos.
Respecto del sistema de vigilancia sanitaria, el acuerdo pide a las universidades implementar mecanismos para el control y detección de personas sospechosas de Covid-19. Por lo que se le deberá denegar el acceso a cualquier miembro de la comunidad académica que presente síntomas, o que haya sido diagnosticada en los diez días anteriores y que no de por finalizado el periodo de aislamiento. Este sistema deberá también facilitar el monitoreo y rastreo de casos confirmados en las casas de estudios.
Finalmente, el plan de contingencia deberá formar parte de los protocolos de prevención y control de la enfermedad. Por lo que cada universidad deberá implementar mecanismos que faciliten un cambio de sistema de docencia, previo al inicio de las actividades educativas, en caso de que la situación sanitaria así lo requiera. Las universidades deberán establecer también, un Comité de Salud y Seguridad que además de monitorear las condiciones en los establecimientos, tomará decisiones en materia de cambios a los sistemas de asistencia.
Pero no todas las casas de estudios están dispuestas arriesgarse. Más aún cuando la segunda ola de contagios ha llevado a más de 10 personas a contagiarse en los primeros días del 2021. Algunas mantendrán el sistema de educación virtual hasta mediados de año, mientras que otras comenzarán con un hibrido que recibirá alumnos una parte del tiempo y otra aplicaran la enseñanza a distancia.
“No queremos exponer a los alumnos, cuando se puede recibir perfectamente clase en línea”. Catedrático universitario.
De acuerdo con algunas casas de estudios consultadas, una de las principales dificultades que han encontrado para la educación presencial es el tema de las aulas. “Tenemos un número establecido de aulas y donde antes entraban 30 o 40 estudiantes ahora van a caber solo diez”, asegura un catedrático. Si se quisiera dar a una clase completa, guardando el distanciamiento, tendíamos que usar tres salones para poder hacerlo. Por otro lado, usar una clase con 10 alumnos y luego repetir esa misma clase de forma virtual para los otros 30, no es eficiente en tema de tiempo. “No es viable dar dos veces una misma clase, por el simple hecho de que no hay suficiente tiempo para hacerlo”, asegura el catedrático.
Las universidades que han implementado el sistema hibrido, aseguran que tomarán todas las medidas para proteger la salud de los estudiantes y sus colaboradores. Además de cumplir con los requisitos que estableció el Ministerio, se implementaran limpiezas profundas de los salones, escritorios y cualquier espacio donde permanezcan los estudiantes. Uso de desinfectantes químicos y purificadores de aire, complementaran las medidas preventivas, sostienen.
Mientras algunas casas de estudios correrán el riesgo de recibir alumnos de forma presencial durante la segunda ola de infecciones, otras se abstendrán. “No podemos arriesgarnos a que por un alumno se siga propagando la enfermedad”, sostienen algunas universidades.
A continuación, te dejamos la guía para desinfección y limpieza de espacios públicos que dio a conocer el Centro para el Control de Enfermedades de los Estados Unidos (CDC por sus siglas en ingles).La limpieza de rutina con agua y jabón reducirá la cantidad de virus que haya sobre las superficies y objetos, lo que disminuirá el riesgo de exposición.
- La limpieza de rutina con agua y jabón reducirá la cantidad de virus que haya sobre las superficies y objetos, lo que disminuirá el riesgo de exposición.
- Desinfectar con productos incluidos en la Lista N de la EPA: Desinfectantes para el coronavirus (COVID-19)ícono de sitio externotambién puede ayudar a reducir el riesgo. Es importante desinfectar frecuentemente las superficies y objetos que suelen tocar varias personas.
- Si no dispone de productos de la Lista N de la EPA: Desinfectantes para el coronavirus (COVID-19)ícono de sitio externo , puede usar soluciones de cloro diluido para uso doméstico si son apropiadas para la superficie ya que serán eficaces contra los coronavirus si la dilución es correcta.
La mayoría de los blanqueadores con cloro de uso doméstico contienen un 5 %-9 % de hipoclorito de sodio. No use blanqueador con cloro si el porcentaje no está especificado ni dentro del rango, como por ejemplo ciertos tipos de blanqueadores para ropa o blanqueadores anti salpicaduras, ya que no son adecuados para tareas de desinfección.
Ventile bien los ambientes durante la aplicación y posteriormente (por ejemplo, abra las ventanas).
Nunca mezcle blanqueador con cloro de uso doméstico (ni ningún desinfectante) con ningún otro limpiador o desinfectante. Hacerlo puede provocar vapores que podrían resultar muy peligrosos si los inhala.
Prepare una nueva solución de blanqueador con cloro diluido a diario. Las soluciones de blanqueador con cloro diluido no serán tan eficaces luego de mezclarlas con agua por más de 24 horas.
Para más información sobre desinfección en lugares públicos consulte aquí.