La mal entendida oferta de Joe Biden, presidente de los Estados Unidos, dispara los precios en el mercado del tráfico de personas. De Q35 mil a Q100 mil, para quienes quieran llegar al norte antes del 1 de abril.
Los tres nacieron en San Martín Jilotepeque, Chimaltenango. Uno entró al circulo de la familia Güicoy por matrimonio, hace 30 años. Los otros dos, mamaron la descendencia de la matriarca Doña Eloísa. Pero desde principios del nuevo milenio, y con intervalos de un lustro entre cada uno, Anselmo, José y Benito abandonaron las tierras familiares en busca de una nueva vida en el norte.
La pobreza, falta de empleo y un hartazgo por la agricultura los llevó a tomar la decisión en diferentes tiempos de sus vidas. Anselmo recién cumplía los 32 cuando le dijo a su mujer, “Me voy”. José, el tercer hijo de la “Doña”, lo tuvo claro más temprano y fue a los 26 que tomó camino. Mientras que Benito de 18, el 14º nieto de Eloísa, desde niño soñaba con ir a donde vivía su tío.
El esposo de Ericka, Anselmo, dejó el pueblo en 2005 luego de juntar Q60 mil para pagarle al “Coyote”. Tardó 15 días en llegar a Arizona, a la casa de una su prima, recuerda Marina la niña que dejó atrás. “Desde entonces nos manda dinero cada mes y con eso logramos terminar la casa, ahora lo que recibimos sirve para cuidar a mi mamá”, comenta Marina.
El turno de José llegó en 2010, pero su viaje no se concreto sino hasta 2011. El retraso, señala Isaura su esposa, se debió a que juntar el dinero para pagar el viaje no fue fácil. “El se fue dos veces, y las dos lo regresaron”, recuerda. Pero como en muchos casos la tercera fue la vencida. Y aunque llegar a Chattanooga, Tennessee, le tomó 22 días en su ultimo intento, la deuda que acumuló la familia fue de Q160 mil. “Se tuvo que pagar los dos primeros viajes y luego el tercero, eso nos dejo con una deuda que tardamos tres años en pagar”. José desde allá, con su trabajo en una deshuesadora, enviaba dinero para abonar a la deuda y otra parte para la familia. Finalmente, en 2015 la cuenta estaba saldada y el momento de levantar la casa de block, había llegado.
José, el soñador, comenzó su viaje en 2016. Para entonces los precios de viaje habían sufrido una rebaja. “En ese tiempo había muchos dedicándose a llevar gente, y eso jodió el precio”, comenta Marvin L.. Para Marvin, quien lleva 25 años dedicado al negocio que aprendió de su padre, no se trata de traficar gente. Según él, es ayudarles a encontrar una mejor forma de ayudar a sus familias.
Pero la buena estrella de Marvin, sumada a los desaciertos de Donald Trump, hicieron que el 2021, comenzara con un nuevo presidente y buenas noticias. “Ahora le estamos diciendo a la gente que, si están en los United antes del 1 de abril, tienen chance de que los hagan ciudadanos”, asegura. Y es que este “Coyote”, está convencido que el anuncio del presidente de los Estados Unidos, así lo contempla.
Biden, entonces presidente electo, anunció en octubre que enviaría una reforma migratoria al Congreso de ese país, con miras a darle ciudadanía a 11 millones de indocumentados. Pero hoy sabemos que esta medida es especifica para quienes apliquen a la Acción Diferida (DACA), es decir quienes fueron llevados de niños y buscan trabajar legalmente, misma que fue aprobada por el ex presidente Barack Obama. También es aplicable a indocumentados que ya vivan en los Estados Unidos y requieran estatus de protección temporal (TPS) para trabajar legalmente. Todo con miras a que quienes ya viven allá puedan acceder a un estatus legal, y luego de un período de cinco años optar a tarjetas de residencia.
La propuesta de Biden ha sido interpretada por Marvin, ya sea por conveniencia o ignorancia, como un arma para mercadear sus servicios. Desde 2016, cuando José abandonó San Martín, los precios bajaron a los Q35 mil por viaje. Tendencia que según Marvin se mantuvo a lo largo del lustro. Pero, luego del mal entendido anuncio de Biden, el costo volvió a subir. “Mire ahorita estamos cobrando Q100 mil para los que quieran llegar antes del 1 de abril, y es que es importante para ellos estar allá así les dan permiso de trabajo y luego la ciudadanía”, comenta erróneamente el “Coyote”.
Sobre el por qué de la fecha 1 de abril, Marvin asegura que es una medida preventiva. “Mire, si la cosa esta del COVID sigue así, hay chance de que se complique como pueda conseguir dinero la gente para el primer pago, así que es mejor aprovechar ahorita que se puede”, asegura.
El gobierno de Estados Unidos ha sido enfático en advertir a quienes integran caravanas migrantes, sobre los riesgos de viajar ilegalmente. “No pierdan su tiempo y dinero, y no arriesguen su seguridad y salud”, dijo Mark Morgan, comisionado interino de la Oficina de Aduana y Protección Fronteriza de ese país. Según Morgan, durante el año fiscal que culminó en septiembre, la patrulla fronteriza recuperó 250 cuerpos de personas que fallecieron a lo largo de la frontera entre México y Estados Unidos.
Y aunque el pasado martes Biden firmó tres órdenes ejecutivas, para contrarrestar las mala políticas migratorias de su antecesor, para los “Coyotes” está claro. Ya sea por desconocimiento o conveniencia, los traficantes de personas se aprovechan de la ignorancia de miles para subir los precios del viaje al norte.
