El vacío que dejó la fraudulenta elección del expresidente boliviano y ahora asilado en México, Evo Morales, ha puesto en el poder a Jeanine Añez como presidenta interina y con la tarea de organizar nuevas elecciones para encontrar a los nuevos mandatarios del gobierno de Bolivia.
Sin embargo, el reto de Añez y el nuevo Tribunal Supremo Electoral de Bolivia consistirá en organizar las elecciones en poco tiempo. Por otro lado, la confusión general radica en cuándo se podrán realizar los sufragios, ya que el tiempo estipulado inicialmente es el 20 de enero de 2020.
Sin embargo, la Asamblea Legislativa de Bolivia aprobó una ley en la cual se estipularon las condiciones en que se realizarían las nuevas elecciones sin Morales, que compiten y que sería en los próximos cinco meses. Esta ley no aclara una fecha exacta, por lo que Añez tendrá oportunidad de sentar bases y organizar un “período electoral transparente”. Tanto el grupo oficialista como el Movimiento Al Socialismo (MAS), agrupación partidaria del expresidente Morales aprobaron los plazos.
Dentro de la nueva normativa, también se menciona que Evo Morales y su vicepresidenciable, Álvaro García Linera, no podrán participar en las nuevas elecciones que fueron convocadas. Por otro lado, Añez aclaró que el partido MAS sí podría participar, ya que “se encuentra en todo su derecho para estar en las próximas elecciones, pero sus candidatos ya no y deberán encontrar otros”.
Entre los posibles participantes que podrían incluirse a la nueva lista de candidatos por la presidencia y vicepresidencia de Bolivia resaltan Luis Fernando Camacho y Marco Pumari. Ambos son dirigentes cívicos y que se posicionaron como los líderes de la revuelta contra el expresidente Morales al saber que las elecciones se realizaron de forma fraudulenta.
Otro de los posibles candidatos es Carlos Mesa, ex vicepresidente y presidente de Bolivia durante el período de Gonzalo Sánchez de Lozada. Una renuncia de Sánchez de Lozada, luego de semanas de protestas y una masacre de más de 70 víctimas, Mesa tomó las riendas del país en 2003. Tras un año y siete meses, presentó también su renuncia y fue uno de los 5 presidentes que tuvo el país sudamericano entre 2001 y 2005. Tras su retiro del ámbito político, Mesa se volvió a presentar como candidato y logró ser el máximo opositor de Morales antes del fraude, para llegar incluso a segunda vuelta. Sin embargo, la ley recién aprobada podría evitar su participación.
Por otro lado, la nueva legislación ha provocado división dentro del partido de Morales, en los cuales varios han sido arrestados por realizar manifestaciones en contra de la actual presidenta Añez. A pesar de que el partido MAS fue parte de los partidos que aprobó en unanimidad las estipulaciones de la nueva ley electoral, la decisión creó divisiones dentro del partido. Incluso, un grupo de senadores del partido prepara un proyecto de ley para evitar investigaciones contra Morales, ley que Añez ya adelantó que vetaría si llegase a ser aprobada por todo el senado boliviano.
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