Lo vetaron del Diario de Centro América, le promovieron un antejuicio, lo dejaron fuera de los gabinetes que coordina (social y económico), y ahora la filtración de un chat arrinconan al vicepresidente. Así ha sido el aislamiento de Guillermo Castillo, antes de terminar el primer año de gobierno.
Luego de que se filtrara un chat, donde se evidencia el distanciamiento entre el presidente y el vicepresidente, Alejandro Giammattei anunció una investigación por el hecho. Además, aseguró que al “Señor” (vicepresidente Guillermo Castillo), no se le ha faltado el respeto y que se le convocó a la reunión en base a la ley. Según Giammattei, la filtración de información del chat de ministros: “Fue denunciado por un tema de seguridad nacional ante el Ministerio Público”.
Luego de la filtración, Giammattei remarcó que en las últimas cuatro semanas el vicepresidente “no se se acercó a ningún ministerio para ver que estábamos haciendo”. “Si el señor tiene diferencias que venga al Consejo de Ministros y las exponga, que no venga a hacerse la víctima”, enfatizó Giammattei. Pero, la ausencia de Castillo podría tener razones más profundas y develaría la forma en que la administración de Giammattei lo ha dejado fuera a Castillo del quehacer del gobierno.
La antipatía entre el presidente Alejandro Giammattei y el vicepresidente Guillermo Castillo, no han sido el secreto mejor guardado de Guatemala. Dos figuras, que desde la campaña electoral ya mostraban señales de distanciamiento, vuelven a chocar hoy de frente y ante todo el pueblo. De acuerdo con una conversación por la vía de “chat” Castillo fue convocado, luego de semanas de estar aislado, a una reunión con el Consejo de Ministros, hoy a las 4 de la tarde. Pero, Castillo se negó a asistir a tal reunión. En la misma se tratarían temas sobre la aprobación de las nuevas disposiciones gubernamentales que entrarán en vigencia el 1 de octubre, en la lucha contra el COVID-19.
Desde mayo, el distanciamiento entre estas dos figuras comenzó a hacerse más visible. Cuando por invitación del presidente se convocó a diversos líderes nacionales a una reunión donde se daría a conocer la creación del mal llamado “Consejo Nacional”. Allí las elites políticas, sociales y religiosas se darían cita para estar al tanto de las funciones del citado consejo y una serie de reformas constitucionales que Giammattei buscaba implementar. Y una vez más, Castillo no figuraba en la lista de convocados.
A decir del analista político, Renzo Rosal, este consejo fue un esfuerzo de Giammattei por cerrarle espacios a Castillo y elevar su propia figura. “El vicepresidente llegó a cobrar mucha preponderancia y su persona se convirtió en una amenaza para el propio presidente”, dijo entonces el analista.
De entonces a la fecha, la figura de Castillo fue relegada de algunas de sus funciones. Incluso, en julio, se presentó un antejuicio en su contra por el nombramiento de la directora interina de la Secretaría de Extinción de Dominio (SENABED), en sustitución de Oscar Conde. Paralelamente, Castillo y sus funciones también fueron menoscabadas. A decir de Rosal, en cinco meses las medidas para aislar a Castillo han cobrado fuerza. Por ejemplo, se le han quitado funciones en el Gabinete económico y social. Como bien dice Castillo en el chat: “Si usted hubiera decido (decidido) delegar en mi persona la convocatoria a Consejo de Ministros y no detenerla egoístamente solo pensando en el ejercicio de poder recaído en su persona…”.
“La semana pasada el Gabinete presentó el plan de reactivación económico, y este también fue un escamoteo para Castillo, y que hoy se vuelve a revivir con la filtración de este chat”, Renzo Rosal, analista político.
Y para tener más claridad del distanciamiento que existe y los esfuerzos del grupo de Giammattei por dejar por un lado a su vice, basta con revisar el Diario de Centro América. De acuerdo con periodistas que laboran en el medio, la orden de vetar la figura de Castillo entró en vigencia hace varios meses. Tiempo en el que las imágenes del vicepresidente, sus declaraciones o actividades no se publican.
“La orden de no sacar nada del vice vino de la Secretaría de Comunicación Social, y se le ha bajado el perfil a todo lo que tenga que ver con el vicepresidente”, asegura un trabajador del medio oficial. Un ejemplo se ve cuando hay reuniones donde figuran los dos mandatarios, pues solo las declaraciones de Giammattei se incluyen. Además, en caso de que en una fotografía aparezcan los dos, “se debe buscar una donde no esté el vicepresidente”, comenta el periodista.
Para Rosal, esta situación podría llevar a cuatro escenarios. Uno donde las riñas se conviertan en informaciones intermitentes, que unos días suban de todo y al otro desaparezcan, el segundo donde el incremento en la molestia suba y se convierta en un fenómeno diario. El tercero uno donde el rompimiento entre Giammattei y Castillo sea total y el cuarto en el que Castillo se vea forzado, por salud mental, a renunciar al cargo.
Si este último se diera, sería la segunda vez en que un vicepresidente renuncia al cargo. Como lo hiciera Francisco Villagrán Kramer en 1980, cuando desde Washington renunció al cargo de vicepresidente durante el gobierno de Romeo Lucas García.
Y aunque los días de Castillo transcurren al margen de una administración sin un rumbo claro, su figura se encuentra aislada. Sin fotos en el diario oficial, sin voz en el gobierno y a merced de un presidente que por todos los medios busca apagar su luz antes de que termine el primer año de gobierno.