Luisa Girón se levanta todas las mañanas a las 4:30 a.m., prepara una cubeta plástica y despierta también a su hijo mayor para que la acompañe. Caminan por alrededor de 10 minutos para llegar al chorro público. La espera es larga, junto a ellos otras personas de la colonia hacen fila para tener agua durante el día.
Según el último censo realizado en 2002, el acceso de agua con chorro de uso exclusivo para un hogar cubría un 66 por ciento, mientras que un 4 por ciento comparte estas fuentes de abastecimiento hídrico.
Como la familia de Luisa, muchas otras sobreviven con pocas cantidades de agua al día, su uso es limitado y en varias ocasiones les toca hacer una “coperacha” para comprar una pipa entre todos. Actividades como lavar ropa o algunos trastos las realizan en lavanderías municipales.
De acuerdo con una investigación realizada por la Procuraduría de los Derechos Humanos, Guatemala es el país de Centroamérica con mayor recurso hídrico; sin embargo, la distribución espacial y temporal del recurso reduce la disponibilidad en ciertos lugares y atiende a las condiciones climatológicas de la época (invierno–verano, fenómeno de La Niña–Niño).
El uso de los caudales en Guatemala está dividido en un 77% utilizado para la agricultura, mientras que para el consumo humano es un 16%, y el 7% restante es utilizado por la industria y otros sectores.
“El problema del agua viene desde hace ratos, en la colonia Santa Faz solo algunos tienen agua todo el día, nosotros tenemos que estar vigilando a qué hora cae para poder acarrear”, dice Luisa.
Otras familias se quejan del problema porque aparte de no tener agua con regularidad, pagan su recibo todos los meses. Es el caso de Abelina expresa: “Pago Q110 al mes, pero en mi casa solo cae agua un día sí y un día no, me toca que comprar cisternas y cobran 15 por tonel”.
Se estima que un incremento en la cobertura de sistemas adecuados de agua en un 10 por ciento en áreas urbanas podría disminuir la probabilidad de desnutrición infantil en un 8.2 por ciento, según estudio que cita la PDH.
Desperdicio
Mientras algunos sufren de escasez de agua, otros no cuidan el vital líquido. Una ducha promedio consume 100 litros de agua (equivalente a 5 garrafones de agua pura), lavar la vajilla representa un uso de 15 litros por minuto y cepillarse los dientes gasta 4 litros, esto si se cierra la llave.
Casi sin recursos
91 por ciento de los ríos en Guatemala están contaminados.
Solo 64 por ciento de las escuelas públicas cuentan con fuentes de agua.
En las zonas rurales, la cobertura de agua potable (con chorro exclusivo) es de 53 por ciento.
En el área Metropolitana, 32 por ciento de la población es abastecida por prestadores privados de tanques y cisternas.