El 2 de octubre, Carmen Estrada iba de camino a su casa, pero su tanque de gasolina empezó a marcar la reserva. Siempre pasaba en un lugar cercano a su casa, pero ese día fue diferente y se estacionó en una gasolinera que se localiza en la Calzada Roosevelt, pidió Q100 y los pagos con su tarjeta de crédito.
Aparentemente, todo estaba normal, salió de la gasolinera, mientras iba en el carro se quitó la mascarilla porque iba sola y la guardó. De repente, un carro se le cruzó, no supo qué hacer y se quedó paralizada.
Del automóvil de enfrente se bajaron dos hombres y le abrieron la puerta del carro, uno se puso en el asiento del copiloto y el otro atrás. El que iba adelante le gritó: “Seguí manejando y yo te digo dónde parar”.
Carmen estaba muy asustada porque no sabía lo que le harían. Los hombres portaban mascarillas negras, sudaderos negros con capucha y lentes oscuros, no pudo reconocerlos. De inmediato, el asaltante le gritó: “En la siguiente gasolinera te metés al parqueo, me voy a bajar con vos al cajero y vas a sacar todo el dinero, mientras este (refiriéndose a su compañero) se va a quedar aquí en el carro, solo nos das el dinero y te dejamos”.
Los dos se bajaron del vehículo, Carmen todavía agarró su mascarilla y les dijo que no se podía bajar sin ella, porque no la dejarían entrar. Se acercó al cajero, pero solo le dejó sacar Q2,000 de su tarjeta de crédito.
“Le dije al hombre mientras estábamos en la gasolinera que solo eso pude sacar, no me permitió más dinero. Había varias personas en la gasolinera, pero no pude hacer nada, ya que tenía miedo que me dispararan, aunque nunca vi el arma”, dijo Estrada.
Después de sacar el dinero, ambos regresaron al carro, el hombre que acompañaba a Carmen solo le hizo señas al otro y se bajaron, un carro gris los estaba esperando y se marcharon.
“Cuando se fueron tenía miedo que pudieran regresar, mi carro no es moderno ni de lujo, no sé cómo me eligieron para robar. A veces me pregunto qué pasaría si no llevara dinero o algo de valor, tal vez me hubieran violado”, expresó Estrada.
Carmen presentó la denuncia ante la Policía Nacional Civil y se espera que el proceso de investigación dé con los responsables.
Asegura que lo que vivió fue un secuestro exprés y que ha conocido varios casos así.
Recientemente, en las redes sociales se han hecho virales las alertas Alba-Keneth e Isabel-Claudina de niños y mujeres desaparecidos.
Sin embargo, las autoridades de la PNC han asegurado que las víctimas de los casos en su mayoría han sido localizadas.
En el caso de la alerta Isabel-Claudina se encuentran activas 232 alertas y se han desactivado 916.
En la alerta Alerta Alba-Keneth son 729 activas y 2,283 que se han recuperado.
El presidente Alejandro Giammattei aseguró: “No hay incremento de secuestros, es una campaña”.
Para el mandatario esto solo se trata de una campaña y que pareciera ser más político que por inseguridad. “No hay un incremento en la desaparición de los niños y lo podemos confirmar con números reales. Lo que hay es una campaña muy peligrosa con intereses más políticos que sociales”.