Pablo cursa el segundo año de primaria y para llegar a su escuela debe caminar todos los días, aproximadamente, cuatro kilómetros. En el lugar donde estudia comparte salón con los niños de primer grado, y para colmo las condiciones del establecimiento ubicado en San Marcos no son las mejores, pues el baño es un “pozo ciego”.
No tienen agua disponible todos los días. “Para que los niños tengan cómo lavarse las manos, algunos papás nos ayudan a acarrearla”, dice Abelino Orozco, maestro.
En todo el mundo, alrededor de 3 de cada 10 personas carecen de acceso a agua potable y disponible en el hogar, mientras que 6 de cada 10 no cuentan con saneamiento seguro, según un nuevo informe de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y el Fondo de las Naciones Unidas para la Infancia (UNICEF).
Muchos hogares, centros de salud y escuelas también carecen de agua y jabón para lavarse las manos. Esto aumenta el riesgo de contraer enfermedades que, como la diarrea, pueden afectar la salud de todo tipo de personas, especialmente de los más pequeños.
Como resultado, 361 mil niños menores de 5 años mueren cada año a causa de la diarrea. El saneamiento deficiente y el agua contaminada también están relacionados con la transmisión de enfermedades como el cólera, disentería, hepatitis A y la fiebre tifoidea, según la OMS.
“Es peligroso que los niños del área rural no tengan acceso a un baño digno, ya que pueden contraer muchas enfermedades o estar propensos a diferentes accidentes”, opina Orozco.
Hace dos años, en el Municipio de Tacaná un hombre tuvo un accidente en un pozo ciego. “Lo estaba arreglando y de repente se derrumbó. Él se cayó entre el excremento y a duras penas lo lograron sacar de ahí. Pero eso también le puede pasar a un niño”, asegura el docente.
En Guatemala, según datos de la OMS, para 2017 el 47 por ciento de la población rural no contaba con saneamiento básico y por ello se ve expuesta a la propagación de enfermedades.
De los 4,500 millones de personas que no cuentan con saneamiento seguro, 2,300 millones aún no disponen de servicios básicos. Esto incluye a 600 millones de personas que comparten un inodoro o letrina con otros hogares, y 892 millones de habitantes en zonas rurales que defecan al aire libre.
Baños cambian vidas
La marca Scott promueve por segundo año consecutivo el programa “Baños cambian vidas”, el cual busca contribuir a la lucha contra la crisis sanitaria a través de alianza que tiene con la oenegé Water For People. Desde 2015, se ha beneficiado a más de 37 mil personas otorgándoles herramientas para acceder a un saneamiento básico.
El objetivo de este año es beneficiar a 25 comunidades y más de 16,500 personas de las comunidades de Santa Cruz del Quiché, San Bartolomé Jocotenango, San Antonio Ilotenango y San Andrés Sajcabajá, en Quiché.
Por la compra de la edición especial del papel higiénico Scott Rindemax, se estarán donando 50 centavos de dólar a esta causa.