11 días sin Mauricio, salió en su bicicleta y nunca regresó a casa
A su familia la invade la tristeza, la incertidumbre y el desasosiego.
Mauricio nunca se hubiera ido sin despedirse de ellos.
Salió de su casa, el 22 de septiembre, a las 11 de la mañana, en su bicicleta desde Fraijanes hacia la zona 1 y después de regreso como todos los fines de semana acostumbraba.
Mauricio es de esas personas que le fascina el deporte.
Un triatlonista, dice su hermano Juan Diego, por eso recorría ese tramo en bicicleta.
Pero, ese sábado pasaron las horas, cayó la noche y Mauricio no apareció. Once días han pasado desde entonces.
Llamaron a su celular, pero nunca contestó. Hoy ni siquiera está encendido el aparato.
Sus papás y sus hermanos han tenido que ir a ver cadáveres a la morgue, visitar hospitales y hasta la cárcel para saber si está en uno de esos sitios, pero nada.
Es como si la tierra se lo hubiera tragado, porque Mauricio no es de las personas que se van por días fuera de casa sin avisar y luego regresan como si nada.
Incluso su proyecto de emprendedor quedó a medias.
Estaba terminando las etiquetas que pondría a los envases y vasos de su negocio de jugos naturales.
Mauricio tiene 35 años y recién retornó de Europa en abril.
Su familia no quiere pensar lo peor. Se mantienen con un nudo atravesado en su garganta, quieren ser fuertes y seguir la búsqueda.
Y es que Mauricio es una persona que ni siquiera regresaba tarde a su casa. Ni sale de parranda. Es un deportista que se cuida, dice su hermano Diego.
Mi mamá está muy triste, es su primer hijo.
Mauricio es ejemplo para sus tres hermanos.
Desde pequeño corría para apoyar en las carreras de niños con síndrome de Down.
El día que desapareció llevaba puesta una gorra de los 21 k.
Trece días después de publicada esta nota, el hermano de Mauricio dio la buena noticia de que este apareció sano.
