A pesar de que el tema se ha discutido desde hace algunas décadas, existen gobiernos que no desean asumir la responsabilidad ambiental para evitar el cambio climático.
Pero, este 2019 volvió la alarma para los que no han querido poner atención a los constantes problemas ambientales que se han acumulado. Durante este año se batieron los récords de temperatura y sequía en el planeta. De forma ascendente, han pasado hasta 417 meses, en los cuales se superó el promedio de temperaturas del siglo XXI.
La Organización de las Naciones Unidas (ONU) reaccionó ante el cambio climático y ha creado diferentes medidas como los Objetivos de Desarrollo Sostenibles (ODS). Sin embargo, el tiempo ha avanzado; incluso, la ONU ha tenido que modificar el tiempo límite de las ODS para acelerar el proceso.
Entre las principales medidas de la organización internacional está colocar la fecha límite de inicio de 2020 para que los gobiernos den sus planes para combatir el cambio climático y reducir el impacto ambiental desde sus países. El objetivo principal de esta medida es conseguir la reducción de gases del 45 por ciento, en 2030 y crear la senda para una estabilidad climática desde el 2050.
Pero, para llegar al 2030, con el rumbo correcto, existe la preocupación de que las medidas gubernamentales no son suficientes. Más de 11 mil científicos mostraron su preocupación para la revista Bioscience por el “sufrimiento incalculable” al que se dirige la humanidad.
Los científicos afirman en la publicación que han tenido esta información y los pasos a seguir desde hace 40 años.
Por otro lado, el grupo de científicos se enfoca más en las áreas de energía, el uso de contaminantes, la economía mundial, entre otros.
Para el panel de expertos es necesario provocar el desuso de los combustibles fósiles con un aumento a la energía convencional. Además, como una labor mundial, la economía debería basarse en las necesidades básicas y no en la producción de riquezas a partir de la explotación de los recursos.
El grupo de científicos también ha recomendado la reducción inmediata de los contaminantes, un mejor control de las tasas de natalidad por parte de la población mundial ante el nacimiento de al menos 200 mil personas al día y detener la destrucción de los bosques.
Las personas también se verían obligadas a un cambio alimenticio, ya que el panel recomienda dejar las carnes por ciertos períodos para evitar la explotación de recursos.