Se convirtió en la enemiga pública número uno de la sociedad guatemalteca. Su fotografía circuló por las redes sociales y su nombre se ha convertido en sinónimo de ignominia. Miranda Vásquez Córdoba le hizo más daño a su gremio, en una hora, que siglos de una cultura criolla que las ha tildado de ladronas y haraganas.
Fuese por amor, necesidad o resentimiento, “Miranda” traicionó la confianza de sus patrones. Les llevó a vivir 9 horas de angustia y preguntarse “¿por qué?” alguien en quien confiaban se llevó a su hijo.
La respuesta solo la tiene Miranda, pero sea cual fuere la razón que la llevó a cometer tan atroz acto, las causas para que una empleada de este tipo pase de ser una confiable colaboradora a una delincuente, son más comunes de lo que nos imaginamos. De acuerdo con la Asociación de Trabajadoras del Hogar a Domicilio y de Maquila (Atrahdom) unas 258 mil mujeres integran la fuerza laboral doméstica y de estas solo el 10 por ciento no son explotadas.
“Bajos salarios, explotación, acoso sexual, jornadas de trabajo diario de hasta 12 o 14 horas son comunes para las trabajadoras domésticas”. Suleyma Ojer, Atrahdom
Ni el salario mínimo
El Ministerio de Trabajo (MINTRAB) sostiene que las empleadas del hogar (o sirvientas domésticas) son uno de los rubros laborales más desatendidos. En la mayoría de los casos no ganan ni el salario mínimo de Q2,992 mensual que contempla la ley para actividades económicas no agrícolas.
Y son estas denuncias las que plagan al MINTRAB, donde empleadas inconformes recurren para denunciar a sus patronos. Tal es el caso de Luisa A., a quien su extrabajadora hoy la tiene demandada por incumplimiento de pagos, luego de seis años de relación laboral.
“Fue a decir que no le pagamos sus vacaciones, que no le dábamos tiempo para comer, que vivía en situación inhumana, cuando todo es falso”. Luisa A.
Hoy, María ha demandado a Luisa y le exige el pago de Q240 mil por daños e incumplimiento de salario. Luisa, por su parte, solo puede arrepentirse de una cosa, “no la hice que me firmara un recibo para demostrar que sí le cumplí con todo lo que le correspondía”.
“La gente le paga menos del salario mínimo a las empleadas y cuando van a denunciar, el MINTRAB les hace un reajuste y le agrega otras cosas”.- Ana R., abogada
Y es en esta situación de pagos, condiciones inconcebibles de trabajo que podría radicar el descontento de muchas trabajadoras del hogar. “Ellas ven cómo vivimos y seguro envidian, pero la verdad es que están allí para trabajar”, Luisa A.
En otros casos, como aseguran expertos en seguridad, las trabajadoras llegan a los hogares incautos con una misión clara. Las bandas criminales organizadas infiltran las casas con empleadas para conocer de cerca los hábitos de las familias y sus vulnerabilidades.
“Son redes criminales tan elaboradas que logran colocar a trabajadoras o las reclutan en casas, con el fin de obtener información de objetivos preseleccionados, antes de cometer un robo o como en este caso un secuestro”.- Estuardo Velásquez, experto en seguridad
Evitar contratar a personas con vínculos delincuenciales es difícil y para ayudar a reducir las probabilidades se debe emplear a personas con vínculos familiares conocidos. Además, se puede consultar o reportar a trabajadoras en la página Reportes de Empleadas Domésticas en Guatemala.
Sobre la manera de evitar que una relación entre empleador y empleada termine en los juzgados, la abogada Ana R. recomienda lo siguiente:
1. Firmar un contrato Individual de trabajo (que puedes descargar aquí).
2. Pagar Semanalmente.
3. Llevar un registro ordenado y claro de pagos y beneficios.
4. Y en caso de llegar a una demanda, buscar un acuerdo.
Mientras tanto, habrá que esperar para saber con quiénes trabajó Miranda para planificar el robo de un niño.