La época navideña se acerca y muchos han iniciado con los preparativos, desde la comida, los regalos hasta los adornos que le darán al hogar ese toque especial.
“Mi mamá desde pequeña me inculcó la decoración, pero hacerlo de forma natural, porque le da un toque único y el olor que emana el pinabete es especial”, comenta Alba Durán, vecina de zona 1.
La diversidad biológica de Guatemala es tan amplia, que precisamente su riqueza en flora incluye la existencia de especies endémicas, las cuales constituyen muestras únicas, de bajo número y de distribución restringida. Un ejemplo de estas es el pinabete (abies guatemalensis Rehder), representativo de nuestro país y único en el mundo por su característico y singular aroma.
En 1979, el pinabete fue incluido en el apéndice 1 del Convenio sobre el Comercio Internacional de Especies Amenazadas de Fauna y Flora Silvestres (CITES) al ser considerada especie en peligro de extinción; por ello se ordenó su protección.
De acuerdo al diagnóstico de la situación de la Estrategia Nacional para la Conservación del Pinabete, realizado en 2008 por el CONAP, se estima que Guatemala cuenta con una área de 27,548.29 hectáreas de bosque de esta especie en 94 sitios. El 50 por ciento de bosque se encuentra dentro del Sistema Guatemalteco de Áreas Protegidas (SIGAP).
Esta especie se localiza de forma natural en los departamentos de: San Marcos, Quetzaltenango, Totonicapán, Sololá, Huehuetenango, Quiché, Jalapa, Chimaltenango, Chiquimula y Zacapa.
Sin embargo, el pinabete enfrenta una serie de amenazas, la principal es el corte de ramillas de árboles de bosques naturales para la fabricación y comercialización de árboles navideños “hechizos o artesanales”, además de adornos navideños. Esto representa una baja producción de semilla y, por ende, la reducción de la especie.
Campaña para la protección y conservación del pinabete, en la temporada navideña 2019
CONAP ha liderado iniciativas con apoyo del INAB para alcanzar la conservación de la especie, como la Estrategia Nacional para la Conservación del Pinabete, cuyo objetivo es conservar la especie y las áreas degradadas para ser recuperadas por medio de los diferentes esquemas de repoblación y restauración. También, una línea de acción orientada al monitoreo y control del comercio ilegal de la especie, con el fin de proteger su cobertura forestal.
CONAP hace un llamado a la población, para que en la época de fin de año adquieran productos y subproductos de pinabete de forma legal, provenientes de plantaciones debidamente registradas. Asimismo, que lleven los marchamos correspondientes, con la leyenda INAB/CONAP y su respectivo código de registro.
Multas
Según la Ley de Áreas Protegidas 4-89 señala las multas y sanciones sobre los delitos vinculados al tráfico ilegal de pinabete (corte, comercialización y transporte) prisión de cinco a diez años y multa de diez mil a veinte mil quetzales. El Decreto 101-96, Ley Forestal, indica multas de 400 quetzales a 50 mil quetzales con prisión de uno a cinco años.