Las medidas que se han tomado para resguardar el medioambiente han sido mínimas. La última fue tomada a finales de septiembre por parte del Estado, con la aprobación del Acuerdo Gubernativo 189-2019, que prohíbe los utensilios de plástico de un solo uso y que generó diversas reacciones entre los ciudadanos.
Unos apoyaron la decisión, mientras que otros la criticaron al argumentar que la educación del manejo de desechos es lo que se debe enseñar.
Es una realidad que se necesita, de urgencia, un cambio ambiental en el país. Las playas están plagadas de basura, los ríos perdieron su claridad y las calles parecen basureros. Sin embargo, hay que reconocer que las acciones, por mínimas que sean, son un comienzo para hacer la diferencia.
Aun así, hay otras acciones que se deberían cambiar para mejorar el medioambiente en Guatemala. Luego del Censo de 2018, pese a que dejó dudas en sus resultados, reflejó una realidad en el país con el manejo de los desechos que se generan en los hogares.
Y es que la eliminación de basura se realiza, en su mayoría, por la quema de desechos, representando un 42.8 del porcentaje total.
Algunas maneras que ejecutamos para deshacernos de los desperdicios son la extracción, por medio de algún servicio privado, con un 26.3 por ciento. Por servicios municipales (16.5%), enterrarla (3.5%), tirarla en cualquier lugar (4.3%), mientras que el resto se elimina de otras formas.
Quema = contaminación
El mayor problema que representa la eliminación de basura es la quema de los desechos, con casi la mitad de los hogares en el país que lo siguen haciendo. Este representa una contaminación para el medioambiente, debido a todos los residuos tóxicos que genera y que afectan también la salud de las personas.
La página Ecoportal indica que el humo de la basura que se quema genera una emisión de gases tóxicos, como el dióxido de carbono y el monóxido de carbono. Además, las partículas que se encuentran presentes en el aire también son responsables de muchos tipos de enfermedades.
AIM digital señala que el humo que genera la quema de basura puede provocar afecciones respiratorias, reacciones alérgicas, obstrucción pulmonar y, en algunos casos, cáncer de pulmón. Asimismo, indica que los más vulnerables son los niños y las mujeres embarazadas.
Un estudio realizado en 2014, por la revista especializada Environmental Science and Technology, evaluó datos globales sobre la quema de basura y la emisión de dióxido y monóxido de carbono, mercurio y pequeñas partículas capaces de oscurecer los rayos del Sol y taponar los pulmones.
En aquel entonces, en China y la India era donde se encontraba el mayor volumen de basura quemada por las personas. China, Brasil y México eran los que más quemaban en los basurales.
Hay que resaltar que buena parte de la contaminación del aire en el mundo se puede atribuir a la quema de desperdicios. En estos están incluidos cualquier tipo de desechos, ya sea restos de comida, plásticos, papel, muebles viejos, e incluso artefactos electrónicos.
Según el Censo de 2018, los departamentos en donde más hogares queman basura, son: Alta Verapaz, Huehuetenango, San Marcos, Petén y Quiché. Hay que resaltar que en Sacatepéquez, con más de 76 mil hogares, solo en 5 mil 999 de ellos se queman los desechos.
En Guatemala existe el Acuerdo Ministerial 332-2004, del 24 de junio 2004, el cual prohíbe la quema indiscriminada de llantas y neumáticos en cualquier lugar público o privado. La infracción destaca multas de entre Q1 mil a Q5 mil, las que pueden duplicarse en caso de reincidencia.
Sin embargo, no hay una ley específica contra la quema de basura; es más, entre las tradiciones de Guatemala está la próxima quema del diablo, la cual efectúan en miles de hogares quemando piñatas con forma de “diablitos”, sin faltar aquellos que aprovechan para quemar su basura.