El acuerdo Ministerial 181-2019 del 7 de agosto, nombrado “Normativa para la regulación de medicamentos de prescripción médica, antimicrobianos y esteroides oftalmológicos”, regula la venta de antibióticos de uso general y los esteroides oftalmológicos, para prevenir problemas de resistencia a los antimicrobianos, la ceguera y el glaucoma, informó el ministro de Salud Pública y Asistencia Social, Carlos Soto.
Según el funcionario, esta medida se implementa por primera vez en Guatemala. Por ello, las farmacias tienen prohibido vender, sin receta médica, antibióticos de uso general y los esteroides oftalmológicos que son administrados, ya sea de forma oral, intravenosa o intramuscular.
Todos los médicos deberán emitir recetas con su sello y firma con nombre del paciente, producto y dosis. Las farmacias, tanto públicas como privadas, tendrán que llevar un control de entrada y salida de los antibióticos y esteroides para presentar un informe mensual al Ministerio de Salud.
De acuerdo con el comunicado emitido por la institución, esto es debido al uso inadecuado de los antibióticos que pueden causar un mecanismo de “resistencia” a la bacteria que se desee combatir, lo que provoca que falle el tratamiento y que la persona utilice uno más fuerte hasta que no le funcione ninguno para combatir la infección.
Soto comentó que el abuso de antibióticos incrementa las enfermedades por bacterias, debido a la resistencia que ha creado la persona al automedicarse y agregó que el uso de los esteroides oftalmológicos sin prescripción médica ha ocasionado casos de glaucoma y ceguera en Guatemala.
Riesgos de la automedicación
Es común que debido a un dolor de cabeza o espalda, acudamos a la farmacia por un medicamento para aliviar los síntomas del malestar.
La automedicación es la utilización de medicamentos por iniciativa propia sin intervención del médico. Aunque, el medicamento sea de venta libre puede resultar perjudicial al organismo.
La automedicación comprende una serie de riesgos para la salud:
Toxicidad: efectos secundarios, reacciones adversas y en algún caso intoxicación.
Falta de efectividad: porque se utilizan en situaciones no indicadas y no producen los efectos deseados.
Dependencia o adicción: algunas sustancias contenidas en los medicamentos pueden causar adicción, al consumirlos sin prescripción médica o de forma inmoderada.
Resistencia: el uso excesivo de antibióticos causa que los microorganismos desarrollen mecanismos de defensa de estos medicamentos, por lo tanto ya no son eficaces.