Los tenderos son los amigos de la cuadra que te daban fiado para tu coca en bolsa y un tortrix.
Conocido como el chino, un personaje muy reconocido en los barrios y colonias del país. Lo encuentras en cualquier cuadra de la ciudad, atrás de unos barrotes en las tiendas La bendición, Jireh o la famosa Ebenezer.
Estos nombres han quedado en el olvido junto con sus protagonistas. El oficio del tendero se ha vuelto peligroso. Muchos de ellos han desaparecido para salvar su vida.
Lo que callan los tenderos
“Yo crecí en Cobán, pero me vine a la capital con mis hermanos para buscar un mejor futuro”. “A los 15 años encontré empleo en una tienda, en Carolingia, zona 6 de mixco”, dice Juan.
Despachaba y atendía una pequeña tienda. Parte de su diario vivir fue ver crecer a los niños de la cuadra. “Trabajé ahí de 2004 a 2007. Luego, recibí amenazas y me fui a otro lado. Trabajé en un taller de mecánica hasta 2009”.
Han sido 15 años de servir a diferentes generaciones. Juan se mantiene en el negocio, pero prefiere guardar el anonimato. “En 2010 junto con mis hermanos nos mudamos a la zona 7 y de nuevo la extorsión provocó movernos a varios lados de la ciudad, pero teníamos mala suerte porque los extorsionadores acechaban”.
“Recuerdo cuando me gritaban chino dame una agua y un ricito”.
“Mis hermanos regresaron a Cobán y yo me quedé. Con otro socio establecimos unas tiendas en diferentes puntos de la ciudad, incluso en mi natal departamento”. “Ahora, ya no atiendo, pero las administro, por seguridad no diré dónde están”.
“La extorsión sigue afectando el negocio”.
A pesar de tener su tienda, la extorsión está al orden del día. “Lamentablemente debemos pagar una cuota para continuar vendiendo”. “La modalidad es pagar una cantidad a la semana, que me abstengo de mencionar”.
“No soy el único dueño de tienda que sufre esto”.
Sus ricitos tienen un costo. “La extorsión daña los negocios ¿qué hacer? ¿Denunciar? Se enteran y te matan y si callamos no arreglamos nada”. “En algunos lugares pasan dejando una nota en la cual piden llamar a un número y allí darán las instrucciones. También, dejan un celular o marcan la pared de la tienda”.
La venta se mantiene, sin embargo, aparte de mantener a su familia debe alimentar otras bocas. “Lo que genera es que uno deba vender más para salir de la cuota y lo que sobra se podría decir que ya es de uno. Tengo un par de tiendas en Mixco y creo que las cerraré. Más que una ganancia se convierte en pérdida”, indica Juan.
Una cuota o te mueres
El informe de InSight Crime y la Iniciativa Global Contra el Crimen Organizado Transnacional señala que se calcula que los pagos por extorsión ascienden a US$10 millones.
Pagos de extorsión a buses del servicio público ascendían a US$70 millones en 2017, según informe de InSight Crime.
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La mayor parte de las extorsiones se les atribuye a la Mara Salvatrucha y el Barrio 18. Los pandilleros duplican las tarifas de extorsión tres veces al año mediante “bonos” a los que denominan “los peces”, en abril, durante la Semana Santa; “Bono 14”, en julio y “bono navideño”, en diciembre.
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Según la Policía Nacional Civil, en 2018 recibió 8 mil 672 denuncias por el delito de extorsión, que aumentó a 3 mil 636 las denuncias comparado con 2015.
En marzo de este año, la PNC registró 985 denuncias por extorsión, un promedio de 31.8 denuncias diarias. Según la investigación de Centro de Investigaciones Económicas Nacionales (CIEN) las denuncias mensuales por extorsión siguen la tendencia al alza y están cerca de superar la cifra de las mil denuncias mensuales.
La tasa interanual en marzo fue de 53.4 denuncias por extorsión por cada 100 mil habitantes.