Con una carta, Joselyne le pidió perdón a su mamá por su suicidio imagen

La misiva era muy conmovedora. Su mamá dice que si le hubieran dicho, hoy la adolescente estaría viva.

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Con una carta, Joselyne le pidió perdón a su mamá por su suicidio

Joselyne soñaba con ser aeromoza y llevar a su mamá a vivir a Francia, porque era el país en donde quería vivir cuando fuera adulta. 

Ella era una adolescente a la que, además, le gustaba practicar taekwondo y solía tener muchas amigas en el colegio.

Sin embargo, en el interior de la mente de Joselyne ocurría algo.

Un día estaba de mal humor y por las noches lloraba incansablemente.

No lograba conciliar el sueño durante la noche, pero en el día pasaba durmiendo todo el tiempo.

Joselyne, sin embargo, creaba confusión en su familia, porque había días que salía de su cuarto cantando y bailando.

Hablaba de su futuro, de lo que quería seguir en la universidad.

Decía que le gustaría ser doctora, incluso se hizo las pruebas de aptitud para ingresar a la USAC.

Siempre escuchaba música en inglés y le encantaba comer pollo en crema.

Incluso estuvo pidiendo a su mamá muy seguido que le cocinara ese platillo.

El último día que su madre la vio, ella estaba estudiando.

En la mañana quería trabajar y se fue a una entrevista.

Regresó a su casa y como algunas veces lo hacía le cocinó a su mamá y hermanos. Todo parecía normal en Joselyne esa mañana.

Sin embargo, la adolescente estaba pensando en hacer algo que le cambiaría la vida a todos en su casa.

Lo preparó todo como un ceremonial.

Escogió la música de Lana Del Rey y escribió una carta a su madre, en la cual le pedía perdón por lo que iba a hacer.

Le explicó lo mal que se sentía.

Le dejó la clave para desbloquear su celular y que viera los mensajes que su exnovio le mandaba donde la trataba mal.

Le pedía que le dijera a su exnovio que no quería que fuera a su funeral porque él le había dañado mucho y traicionado.

Un motivo de su tristeza era él.

Joselyne fue al psicólogo para ayudarse. Antes de tomar la decisión ya llevaba diez terapias.

Pero, los psicólogos de la Universidad Panamericana, en Quetzaltenango nunca le advirtieron a la mamá de la adolescente que ella había externado su intención de acabar con su vida.

El día que Joselyne murió su madre entró a la casa y esa imagen tan dramática será la que la acompañará hasta el último de sus días, asegura.

Hoy ella busca justicia porque considera que si le hubieran advertido, su hija estaría viva, ya que un psiquiatra la hubiera medicado y su depresión se hubiera sanado.

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