El plan de llegar hasta la ciudad de Johnson City, Tennessee, Estados Unidos, se apagó para Felipe Gómez Alonzo, de 8 años. Él junto a su padre Agustín fueron detenidos por agentes de la patrulla fronteriza en el Paso, Texas. Falleció el 25 de diciembre en emergencias de un hospital en Nuevo México.
De acuerdo con un reporte inicial del Servicio de Aduanas y Protección Fronteriza, el 24 de diciembre, un agente notó que Felipe mostraba signos de enfermedad. Junto a su padre fueron rápidamente enviados a un centro médico en donde le diagnosticaron gripe y fiebre, fue evaluado, pero se determinó que podía ser dado de alta.
Sin embargo, poco después mostró vómitos, por lo que nuevamente fue llevado a emergencias para evaluación y tratamiento, pero murió pasada la medianoche del 25 de diciembre. Hasta ahora, según las autoridades de dicho país, se desconocen las verdaderas causas de su muerte.
Felipe era originario de Nentón, Huehuetenango, que está a unos 400 kilómetros de la ciudad de Guatemala. Según han dado a conocer las autoridades estadounidenses, ambos fueron detenidos el 18 de diciembre por haber ingresado a Estados Unidos de forma ilegal, unos días antes.
Este es el segundo caso de muerte de un menor guatemalteco bajo la custodia de inmigración. Jackelin Caal, de 7 años, también había ingresado a suelo americano con su padre, quien declaró que su hija no había podido tomar agua o ingerido alimentos por varios días y al entrar en un choque séptico habría fallecido en emergencias.
Autoridades ausentes
El Ministerio de Relaciones Exteriores informó en un comunicado de prensa, que el 25 de diciembre recibió la alerta por parte de agentes de la Patrulla Fronteriza, del fallecimiento de un menor de origen guatemalteco, quien estaba acompañado de su padre.
Aunque el comunicado solo especifica que se solicitará una investigación a las autoridades estadounidenses, la pobre intervención de Cancillería ante la constante ola de inmigrantes menores de edad continúa y los resultados pueden seguir siendo pérdidas humanas.
Según declaró la secretaria de Seguridad Nacional de Estados Unidos, Kirstjen Nielsen, en los últimos meses del año, la Patrulla Fronteriza ha detenido al menos a 139 mil personas en la frontera, de las cuales 14 mil fueron niños no acompañados.
Muchas de estas personas indican que la falta de oportunidades en su país de origen, además de la inseguridad, son las causas por las que migran arriesgándose a las dificultades del camino para conseguir un futuro mejor. Esta situación es algo que Estados Unidos está tratando de erradicar.
Fuente: Relato, Ministerio de Relaciones Exteriores, www.minex.gob.gt