Enrique Luna, el atleta que dijo sus últimas palabras a la Policía
Aquella noche sería la última que Luis Enrique Luna, el atleta de balonmano emitiría palabra.
Con varios disparos, unos en la cara y otros en el pecho, se levantó de donde personas conocidas lo habían dejado tirado y buscó ayuda en medio de la oscuridad.
Estaba gravemente herido, pero aún así, en el camino, con la respiración agitada y entre palabras cortadas, le dijo a los policías que lo habían socorrido, el nombre de quien o quienes lo habían intentado matar.
Una semana después, en una sala de intensivo, Luis Enrique Luna emitía su último suspiro.
Sus familiares lo enterraron tras siete agonizantes días y él jamás volvió a hablar.
Luis Enrique era un atleta confederado. Su condición física y sus ganas de vivir, quizás le ayudaron a tener fuerzas para levantarse y caminar para pedir ayuda.
En su vida, que duró apenas 38 años, dejó a su madre, hermana, novia, amigos, alumnos que aún lloran su partida.
Andrea Crispin fue una de sus estudiantes en la universidad. Le impartía Derecho Mercantil.
Era estricto y muy inteligente. Se ganó el respeto y la amistad de los alumnos, porque todo lo que enseñaba lo hacía de una forma dinámica.
Era para ellos un modelo a seguir, dice Andrea. Deportista, profesional, todos queríamos ser como él algún día.
Ella recuerda su velorio. Estaba lleno de todo tipo de personas porque él le daba su amistad y compañía a todo el mundo, sin ver quién era y cómo era.
Luis Enrique era así. Un hombre carismático. Tenía amigos por montones.
Una de sus amigas, vecina, lo recuerda y describe de esta forma.
Hoy siento el corazón arrugado de esta noticia tan triste, luchaste como Hulk (fuerte).
Luis Enrique, gracias por explicarme y ayudarme en mis tareas. Ya no podremos ir por aquel brownie que quedamos, ni ver todas la películas de terror, pero estarás siempre presente en cada plática, meme y mensaje.
La noticia de su fallecimiento estremeció a la comunidad de deportistas, incluso la Federación salvadoreña de balonmano lo reconoció como un gran jugador y ser humano.
El día que se informó de su muerte hubo tantos comentarios con relación a la amistad, después que se informara que amigos de Luis Enrique fueron quienes le dispararon y dejaron tirado en aquel lugar abandonado.
Luis Enrique incluso demostró siempre ser un hijo agradecido y con un profundo amor por su madre.
En su tesis universitaria le dedicó estas palabras.
Para el amor de mi vida, por enseñarme valores y virtudes y desde niño a ser una persona humilde y ayudar a los demás.
¿Defecto o virtud ayudar a los demás?
La teoría del Ministerio Público sobre su muerte está basada en sus últimas palabras, en las que narra a los PNC, que sus amigos lo intentaron asesinar después de pasar una velada en Antigua Guatemala, porque al parecer les cobró el dinero que le debían.
Aún se desconoce si el motivo fue por dinero.
El atleta trabajó en varias instituciones, entre estas el Registro de la Propiedad, ya que su profesión era la de licenciado en Derecho y en el Fondo Social de Solidaridad.
También fue parte de la Comisión Técnico Deportiva de la Federación de Balonmano.
Fuentes: PNC, MP, amistades.
Fotos: Redes sociales