En colaboración con: Astrid Díaz
Con los ojos dilatados por el sueño y luego de caminar por casi 15 horas seguidas, unos mil hondureños alistan las pocas cosas que llevan: ropa, cepillos y artículos de primera necesidad. Pasaron la noche en la Casa del Migrante, zona 1 y están listos para seguir con la travesía y la búsqueda del “sueño americano”.
Viajan en grupos conformados por varias familias. Unos han decidido llevar a sus hijos en carruajes. Los más prudentes viajan solos. “Salimos el viernes de San Pedro Sula, venimos caminando desde allá y lo único que queremos es trabajo porque allá no hay, el Gobierno no nos ha favorecido a nosotros los pobres”, contó un hondureño que prefiere mantenerse en el anonimato.
Desde el 12 de octubre, una caravana integrada por más de 2 mil hombres, mujeres, niños y ancianos salió de San Pedro Sula, Honduras, en busca de mejores oportunidades en Estados Unidos. Los caminantes pasarán por Guatemala y México para llegar a su destino. Los mismos hondureños aseguran que eran más de 7 mil caminantes y que en los próximos días, se unirán más grupos.
A esto, el presidente estadounidense, Donald Trump, informó al presidente hondureño Juan Orlando Hernández, que si la caravana no era detenida y regresada a su país, Estados Unidos cortaría la ayuda y el dinero de inmediato. Entre 2016 y 2017, unos US$175 millones fueron enviados al Gobierno hondureño por medio de la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID). Recientemente, la agencia también entregó US$48 millones más para combatir la sequía en el Corredor Seco de dicho país.
Adrián
Adrián, un padre de familia, trabajaba como jornalero en Honduras. Ganaba 120 lempiras a la semana, unos Q38.7. “No me alcanzaba ni para comprarle los cuadernos a los cipotes, por eso tomé la decisión de irme al país de las maravillas”, comentó. Con mochila en la espalda, una gorra en la cabeza y uno de sus hijos en brazos, está dispuesto a continuar su camino hacia Estados Unidos, a pesar de la orden de Trump de no dejarlos entrar. “Yo había intentado ir antes, pero ahora es diferente porque llevo a mi esposa y mis dos hijos”, mencionó.
Por la calle, les gritaban que “mejor fueran a trabajar”. “A la gente les prohibieron dar jalón a los hondureños en el camino también. “Yo sé que estoy poniendo a mi familia en riesgo, pero queremos un mejor estilo de vida. Si mis hijos ya no aguantan seguir caminando yo me regreso, porque sus vidas son lo más importante para mí”, agregó el padre de familia.
Juan José
“Caminamos desde las 6:00 de la mañana hasta las 5:30 de la tarde para llegar a la frontera con Guatemala, entonces si ya pasamos eso nada nos detendrá, ni las amenazas de Trump. Si no logramos llegar a la frontera, pediré asilo en México, de lo contrario, Guatemala sería otra de nuestras opciones para quedarnos”, dijo.
Sonia
“La ayuda de la que habla Trump solo llega a los grandes, pero a los pobres, no nos llega nada. Esta caminata no es cuestión política, solo queremos trabajar”, comentó Sonia, quien se dedicaba a vender pan en su país. Apenas le alcanzaba para comer.
Julián
Se unió a la caravana cuando estos pasaron por su casa. “No sabemos quién organizó el movimiento, se corrió como una noticia en Whatsapp”, comentó. Como muchos hondureños, Julián tiene un plan B. Si no logra llegar a Estados Unidos, México y Guatemala son sus segundas opciones. “Busco un trabajo o miro qué hago, pero no regreso a mi país”, agregó.
Los entrevistados comentaron que no tienen una fecha estipulada para llegar a su destino. Están conscientes que atravesar el Desierto de Sonora en México no será nada fácil, pero regresar a su país tampoco es una opción para muchos catrachos que, bajo la lluvia, salieron en grupos hacia las estaciones del Transmetro y la Central de Mayoreo para buscar la frontera Tecún Umán, San Marcos.
La migración en cifras
Más de 81 mil 528 inmigrantes viven en Guatemala. El 25.35 por ciento proviene de El Salvador, 23.16% de México y el 11.41%, de Estados Unidos. Se calcula que unos 8 mil 726 hondureños viven en Guatemala.
De enero a junio de 2018, 96 mil 216 personas fueron retornadas de Estados Unidos a los países del Triángulo Norte (Guatemala, El Salvador, Honduras). En ese período de tiempo, fueron retornados 36 mil 580 hondureños y 47 mil 502 guatemaltecos a sus respectivos países, según datos de la Organización Internacional para la Migración (OIM) del Organismo de las Naciones Unidas para la Migración.
Fotos: Astrid Díaz y Osman Velásquez