El 2018, ha sido un año de transformación para Juan Ignacio. Pasó de ser un estudiante, joven y mantenido a convertirse en graduado, adulto y responsable de sus propias finanzas.
Justo después de graduarse del colegio buscó un empleo, “quería tener un trabajo antes de empezar la universidad”. Así carente de experiencia, pero con las ganas de comenzar, logró un empleo en un call center.
Hoy, tres meses después de haber comenzado a trabajar, Juan se ha topado con un inconveniente. “La empresa para la que trabajo no saca cheques, hacen depósito a cuenta”. Y es la remuneración por su trabajo la que ahora está en peligro. “Ya la empresa me dijo que no podrá emitir más cheques, que debo arreglar mi situación”.
Una situación que depende en su totalidad del Registro Nacional de las Personas (RENAP). Según el recién graduado, tras cumplir sus 18 años se apersonó en las oficinas de la entidad emisora para tramitar su documento de identificación.
“Llegué la primera vez en julio y comencé el trámite, dijeron que tomaría no más de 30 días hábiles”. Juan
Hoy, 5 de octubre ni la sombra de su documento. En dos oportunidades le han dicho, “vuelva el próximo fin de mes”. Para Manuel, padre de Juan, no hay razón para la demora. “Si tienen esa capacidad de producción, deberían entregar el DPI más rápido”. Según Juan, desde hace más de tres meses inició el trámite, ya que sin él no puede abrir una cuenta bancaria para recibir sus honorarios.
DPI en cifras
Juan es una más de las 4 mil personas que diariamente solicitan su Documento Personal de Identificación (DPI). De acuerdo con el Registro Nacional de las Personas (RENAP) cada día unas 4 mil personas presentan solicitud para el documento, mientras que la producción asciende a 14 mil.
Personas como Juan que no han recibido su documento, las hay por cientos. También quienes solicitan el DPI y luego no vuelven más a recogerlo suman miles.
“Actualmente hay más de 104 mil DPI, en todo el país, que están pendientes de ser recogidos por los solicitantes”. RENAP
La historia de Juan llamó la atención de las autoridades de RENAP, pues el tiempo que el joven y su padre describen no concuerdan con los establecidos en la institución. “Según la ley de RENAP son 30 días hábiles, pero se ha optimizado y algunos casos toman entre 20 y 8 días”.
Este 31 de octubre es la nueva convocatoria para que Juan vaya a la Roosevelt a conocer el estatus de su documento. Entre tanto, no le quedará más que pedirle a la financiera del trabajo que se compadezca y le emita un último cheque por sus servicios.