Miles de estudiantes y representantes de organizaciones estudiantiles y civiles volvieron a la Plaza de la Constitución para manifestar. También, para exigir el respeto a la dignidad universitaria y garantías constitucionales. Los comerciantes no sabían qué esperar de la movilización convocada por la Asociación de Estudiantes Universitarios (AEU). Unos apoyaron y otros rechazaron la marcha.
“Aquí en el taller mecánico no nos preocupamos por el paso de las manifestaciones, ni afectó el trabajo. Debemos apoyar a los universitarios, ya que el Gobierno ha afectado a todo el pueblo”, afirmó Carlos, jefe de un taller de mecánica en la Avenida Petapa.
Por otro lado, algunos estudiantes universitarios que no podían faltar a sus labores, apoyaron desde sus puestos de trabajo. “Soy estudiante de la Facultad de Economía y, a pesar que no puedo llegar a la Plaza de la Constitución, junto a mis compañeros colocamos carteles para apoyar a la USAC. Con bocinas del negocio reproducimos varias canciones de nuestra universidad”, expresó un empleado de Casa Instrumental en la Avenida Bolívar.
Las universidades privadas y la USAC se reunieron en la Sexta Avenida de la zona 1, por lo que varios negocios cerraron, pero vieron el paso de las miles de personas que se dirigían al Palacio Nacional de la Cultura. “Muchos colegas vendedores no estaban de acuerdo con las manifestaciones. Sin embargo, ellos son los representantes del pueblo y debemos apoyarlos”, indicó Mynor Sevillanos, empleado.
El comercio informal: nunca ausente
A pesar que algunos negocios cerraron, las ventas informales seguían. Vendedores con pitos, vuvuzelas, banderas y cintas, armaron a los manifestantes con la indumentaria oficial de cualquier protesta. Vendieron gaseosas, agua pura, micheladas, piñas coladas o cocos, entre otros, que fue aprovechado por la multitud.
Kevin es uno de las cientos de vendedores ambulantes que aprovechó la manifestación para abastecer de tacos. “Tengo 20 años en el negocio familiar y siempre aprovechamos este tipo de concentraciones para incrementar nuestras ventas”, relató.
Transporte urbano, el negocio más afectado
Cuando los manifestantes llegaron a El Trébol provocaron el cierre del Transmetro por más de dos horas. Los estudiantes provenientes del Centro Universitario Metropolitano (CUM) se unieron al grupo de la sede central de la Universidad San Carlos de Guatemala.
Las calles se cerraron y las colas de carros esperaron el recorrido de los estudiantes, lo cual provocó descontento. “He esperado más de 20 minutos con el motor apagado. Si llego tarde al trabajo me descontarán cada hora. No estoy a favor de este tipo de manifestaciones, creo que hay mejores maneras para cambiar los problemas del país y es injusto para quienes no deseamos participar”, aseguró Conrado, trabajador de una mecánica en la Avenida Bolívar.
Muchos fueron afectados, pero apoyaron a una causa que involucró a varios sectores del país. Algunos incluso aplaudieron a los manifestantes cuando pasaron frente a los negocios. ¿Consideras que estas manifestaciones son para beneficio del país?
