El conflicto armado que se está viviendo en Nicaragua ha cobrado más de 350 vidas, ha dejado cientos de heridos y una gran incertidumbre en todo el país.
Estudiantes y policías se enfrentan a diario para buscar, algunos que se respeten la democracia y otros pidiendo la salida del Presidente Daniel Ortega. Todo esto para detener la matanza de muchos inocentes.
El 18 de abril inició este duro conflicto que ha desencadenado temor y dudas.
Trece países se han pronunciado respecto al conflicto, solicitando el cese de inmediato al fuego y que se pueda garantizar la paz en el país centroamericano.
Sin embargo, en el Congreso de la República de Guatemala, los diputados han preferido no conocer el punto resolutivo, pero no es por no entrometerse, sino porque el Gobierno de Nicaragua le ha abierto las puertas a los corruptos que han huido.
Luis Rabbé, Manuel Baldizón, Edgar Ovalle y otras personalidades señaladas de corrupción se han escondido en Nicaragua para evadir a las autoridades guatemaltecas.
El diputado Fernando Linares Beltranena propuso conocer en el Congreso un punto resolutivo en el que se condenara la violencia que se vive en Nicaragua y para incentivar la paz de ese país, pero en la votación no se obtuvo los votos suficientes para apoyarlo, únicamente 50 congresistas estuvieron de acuerdo para apoyar la propuesta.
Pero los que no quisieron conocer la propuesta, fueron los mismos diputados que han apoyado a los señalados de corrupción, entre ellos el hermano de Manuel Baldizón, Salvador Baldizón.
En el Congreso, los razonamientos de varios diputados eran a favor de incentivar la paz, para que se detengan las muertes, sin embargo el Legislativo ha preferido quedarse callado y hacer caso omiso al conflicto del país nicaragüense.
Se ha tenido información de que algunos de sus ex compañeros, con órdenes de captura estaban en ese país, para evitar enfrentar a la justicia.
Pero no solo el silencio de los legisladores ha llamado la atención. El embajador guatemalteco en Nicaragua, Jaime Regalado, quien anteriormente era diputado y tiene una licencia para ausentarse del Congreso, y que su nombramiento fue cuestionado por no contar con una carrera dentro del Ministerio de Relaciones Exteriores, tampoco se ha pronunciado por el conflicto, únicamente tuvo una reunión con el nuncio para hablar de la situación del país, pero eso fue el 28 de junio del presente año.
Ya varias organizaciones y movimientos han solicitado que se detenga la represión y muertes, pero a la fecha el conflicto no parece ceder.
Las personas han saqueado iglesias y universidades.
Para el analista Carlos Mendoza esta situación en Nicaragua afecta a toda la región por la represión que se vive en ese país, además por el tema económico que podría enfrentar producto del conflicto.