No solo bomberos, militares o rescatistas puede ser parte fundamental en una crisis o catástrofe natural.
Muchas personas al percatarse de la triste tragedia que las comunidades de las faldas del Volcán de Fuego, experimentaron con la dura erupción que realizó el coloso el pasado domingo 3 de junio. Familias, amigos y niños, todos se unieron y dijeron ¡vamos a brindar una mano amiga!
Ahora muchos héroes serán recordados, así como las personas que se quitaron un pedazo de pan para poder brindar ayuda a los afectados; también serán agradecidos con mucho cariño.
Aylan Cruz, de 17 años, actualmente estudiante del último año de diversificado, relata su experiencia al compartir ayuda a la población de Escuintla. “El primer sentimiento al llegar al albergue fue tristeza, observar a todas las familias sin nada, llorando por algún familiar fue realmente shockeante”.
La satisfacción es un sentimiento que llega cuando sabes que has hecho algo bien. Para Aylan no todo fue tristeza. “Es mi primera vez que hago voluntariado, llegamos a Escuintla con mi familia y cuando regresaba a mi casa, iba con un sentimiento de satisfacción. Sé que lo poquito que fui a donar demostró a las personas afectadas que no están solos, Guatemala está con ellos”.
Los recuerdos quedan y Aylan continúa su rumbo en la vida con una nueva lección. “Algo que me impactó fueron los niños. Verlos tan pequeñitos y ayudando con un ánimo increíble, cargar las bolsas de comida para dárselas a otros, sin pedir nada a cambio, fue algo único y conmovedor”.
Manolo Link, de 30 años, supervisor de obras de construcción; con más experiencia en la vida y en voluntariado, comenta que cada una de estas experiencias lo han ayudado a crecer como ser humano. También es montañista y pertenece a un grupo de viajes. “He ayudado antes en lo que se pudiese, pero en este caso tengo la ventaja de poseer más experiencia”.
Uno de los momentos más emotivos del voluntariado radica en poder observar a tantas personas ayudando. “Me sorprendió ver a tanta gente ayudando, todos tenían el deseo de colaborar en lo que se pudiese”. También Manolo expresa que de los momentos que más le impactó fue mirar cómo los bomberos con tanta decisión abandonaban el albergue. “Ver a los socorristas llegar cansados y comiendo rápido para regresar a su labor lo antes posible, porque tenían un trabajo que cumplir, eso fue algo que de verdad me conmocionó, son unos héroes“.
Por otro lado, Aura Rivera, estudiante universitaria de Diplomacia y Relaciones Internacionales, comenta que no es la primera vez que brinda ayuda en una catástrofe. “Brindé un poco de mi tiempo en el aeroclub, uno de los momentos que más me impactó fue cuando nos avisaron que nuevamente el Volcán de Fuego hizo erupción. En ese momento vimos cómo todos los presentes nos esforzamos cada vez más por ayudar a nuestra gente, nuestra Guatemala”.
Aura cuenta que al estar en un centro de acopio te hace valorar más las cosas sin ver para quién es la ayuda. “Todos sabíamos que los damnificados nos necesitaban y si nosotros podíamos hacer algo por ellos lo realizaríamos. Ver a tantas personas dispuestas a ayudar demuestra que nuestra sociedad se une cuando de verdad nuestro país lo necesita”.
Roberto Hernández, empresario de una agencia de viajes, llamada Tito Tours, también forma parte del grupo de servicio de los “Legendarios” y brigada de rescatistas de Socorro Alpino Guatemala. Muestra su conmoción sobre lo sucedido. “Los albergues en Escuintla han sido muy bien equipados, hay gente voluntaria que está dando su mejor esfuerzo. Es duro ver cómo se le brinda ayuda psicológica a los adultos, mientras los niños están en actividades de recreación”. Roberto recuerda cuando fue voluntario en el Cambray. “He participado en muchos percance, la última fue en el Cambray algo que también fue muy duro”. “Lastimosamente Guatemala se une cuando hay tragedias, de verdad demuestra que juntos podemos más”.
Así como ellos, muchos guatemaltecos en todo el territorio nacional o en el extranjero han estado pendientes. Han enviado víveres, dinero, para apoyar no solo a los cuerpos de socorro sino también a las personas que ahorita nos necesitan. Todos ellos han sido parte de una gran ayuda y lo más importante son guatemaltecos amantes de su tierra.