El anuncio en Facebook sonaba a una broma de mal gusto, era difícil de creer. Parecía más bien el complemento perfecto al comentario de Alejandro Balsells Conde, un desatino ante la dimensión de la tragedia.
Sin embargo, el post de un pastor evangélico de Sacramento era todo lo contrario. Una voz de esperanza para los afectados ponía de manifiesto el buen corazón de los chapines, no las burlas y mensajes fuera de tono, como lo hecho por el abogado Balsells.
Él estaba en su casa, a unos 5 mil 157 kilómetros y llevaba 22 años de haberse ido, cuando las noticias le llegaron por la vía de redes sociales y Univisión. “No podía creer lo que estaba viendo, era mi gente la que perdió todo”.
De inmediato comenzó a buscar más información sobre lo sucedido. Páginas y páginas de noticias daban datos muy escuetos de la dimensión de la tragedia.
“Unos hablaban de tantos muertos y otros de muchos más, era difícil saber qué creer”.
Entonces decidió ponerse en contacto con su madre, quien vive en la localidad de Retalhuleu, para obtener información más exacta.
Con el transcurrir de las horas el panorama se fue aclarando para el pastor. La cifra de fallecidos se redujo, pero el monto de los afectados ya superaba el millón y medio de chapines.
Bajo el Corazón de Dios
A los 19 años se fue a los Estados Unidos. Dejó todo para buscar una mejor vida y lograr establecerse económicamente, pero nunca olvidó su tierra y a sus amigos.
Cada semana enviaba fondos para sus familiares. “Ayudar con la educación, medicinas y ropa que se fueran necesitando”.
Así se estableció en la capital de la quinta economía del mundo. Y con esfuerzo comunitario fundó su iglesia, Bajo el Corazón de Dios.
Desde entonces su apostolado ha sido el de ayudar a las personas cuando más lo necesiten. “Tenemos que dar cuando tenemos y cuando no, hay que ver que se hace para dar”.
Y precisamente ese dar es lo que Carlos y su esposa están haciendo con la vivienda de Retalhuleu, producto de una herencia familiar. Desde hace algunos meses han invertido recursos en remodelarla y acondicionarla.
Pisos, puertas, accesorios sanitarios, ventanería y hasta gabinetes de cocina se remozaron para sacar el inmueble al mercado de bienes y raíces. “Estábamos pensando en arreglarla para alquilarla, pero ante lo sucedido, decidimos que es importante ayudar”.
Y qué mejor manera que con un espacio de habitación por seis meses, sin costo y sin “gato encerrado”.
Seis meses de ayuda
“No Vendo Nada…..”, así se leía el encabezado del post de la cuenta de EL Creador. “Totalmente Gratis, sin ningún costo, asta que se recuperen”.
En él pone a disposición de alguna familia su vivienda en Retalhuleu, para superar la crisis.
El trato será por seis meses y para evitar problemas se hará una escritura con abogado, para garantizar que se respete el periodo establecido. “Decidimos, con mi esposa que fueran seis meses, pues tres es muy poco para levantarse luego de algo así”.
Mientras que el post de Balsells Conde recibió miles de críticas por su “humor negro y falta de solidaridad”, con el de El Creador sucedió lo contrario. También recibió miles de mensajes y llamadas, pero los remitentes generalmente le congratulaban y otros tantos pedían su ayuda.
“De la abundancia del corazón habla la boca”, reza el refrán, y Carlos con su familia seguro lo tienen lleno de amor al prójimo, una lección que bien le caería al abogado Balsells Conde y otros.