Mientras unos disfrutan de la comodidad de un carro, otros arriesgan su vida por subir a un bus. Marta de Ruiz es una usuaria frecuente del transporte público, toma la ruta 69 desde la Avenida Elena hacia zona 9, cerca del IGSS, “no importa la hora, a todos nos cobran Q2”, relata.
“Pagar Q2 o Q3 estaría bien, si las condiciones en que estas unidades circulan fueran las mejores, además de seguras y cumplieran con sus rutas”, narra Miguel, otro usuario que desde las 6:30 a.m. espera en la parada, para subirse al bus y poder irse sentado y no colgando.
Los famosos ayudantes, le advierten a las personas desde antes de subirse, el valor del pasaje y aunque algunos valientes le cuestionan, ellos solo le responden “si tiene prisa páguelo”, la mayoría, por necesidad accede.
No podemos olvidar que existe una sed por “ver quién hace más pasajes”, se pelean unos con otros para ver quién recoge más personas y en menor tiempo. “Poco les importa la seguridad, como si llevaran animales y no personas”, dice Marta.
El 97 por ciento de los usuarios del transporte urbano en el área metropolitana utilizan de dos a cuatro unidades de transporte, desde su residencia hacia su centro de actividades diarias y viceversa, de acuerdo a la Dirección General de Investigación (DIGI).
Entre los problemas que más afrontan los usuarios de transporte, se encuentran:
- Buses llenos
- Falta de buses
- Asientos en mal estado
- No respetan las paradas
- Pilotos imprudentes para manejar
- Ayudantes mal educados. (Dirección General de Investigación –DIGI– y Centro de Estudios Urbanos y Regionales –CEUR–).
Por otra parte, algunos buses como la ruta 203, cobra Q2 todos los días. “Lo que no me gusta es que a las 4 o 5 de la tarde, comienzan a cobrar Q3 y ni llegan hasta el destino final”, señaló Beatriz Carrera. Ella asegura que “van lentos y casi no pasan” por lo que siempre se hace muchísimo tiempo para llegar a su destino.
En las horas pico, ellos se aprovechan, pero el costo aumenta en las horas de la tarde y es una gran inversión de transporte para las personas que salen tarde de trabajar. Q5 es lo que les piden a las personas, a partir de las 6 de la tarde y sin mayor oposición, los usuarios lo pagan. “Es un abuso. Yo salgo de trabajar a las 8 y cuando me subo a un bus, si es que todavía hay, me cobran Q5 porque casi no hay gente”, manifestó Beatriz.
Eran las 10 de la mañana cuando doña Juana abordó el bus de la ruta 7. Entregó Q1, quien lo recibió solo le aclaró que el monto a pagar eran Q2.
No solo el precio que siempre varía sino el riesgo de no encontrar lugar e irse “colgando” en las puertas del bus. “Una vez iba casi sentada en las piernas del piloto porque no había espacio. Iba con el vidrio pegado a mi espalda sentada justo arriba del motor donde estaba demasiado caliente”, indicó Daniela. Ella también aclaró que debe utilizar estos buses a diario porque el Transmetro o Transurbano no llegaban hasta su casa.
La Asociación de Usuarios de Transporte Urbano y Extraurbano (AUTUE) recibe denuncias incluyendo el aumento de las tarifas. Existe un promedio de 70 denuncias diarias con respecto a este tema y se le da seguimiento directamente con Defensoría de los Usuarios del Transporte Público para que se proceda con una multa. Esta asociación realiza operativos para controlar las tarifas y la multa va desde Q200 a los Q800 dependiendo el tipo de infracción