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El silencio se apoderó de los comercios porque no vendieron ni generaron ganancias. Un día perdido de trabajo por los manifestantes de CODECA.

Luis Torres vende bonsái en la décima calle, este es un lugar concurrido en donde todos sus clientes lo localizan. El joven logra vender entre cuatro y cinco de estos atractivos árboles pequeños al día, pero “la manifestación hizo que los clientes no vinieran porque quieren evitarla como sea posible”, señaló.



Imagen: Gaby Rodríguez

Lo mismo sucedía con los restaurantes; de un momento a otro se conviritió en una calle fantasma en la que muchos vendedores se dieron a la tarea de intentar atraer clientes de una u otra forma.




Más astutos, fueron los vendedores ambulantes, que ofrecían una gama extensa de gorras, juguetes, granizadas y trompetillas que los manifestantes compraban sin regatear, aceptando el precio ofrecido. César Sien, vendedor ambulante, aprovechó este tipo de movimientos para vender lo más que pudo. A las 11 de la mañana, ya había vendido lo que normalmente termina a las 3 de la tarde.



Imagen: Gaby Rodríguez

No solo el intenso sol y calor fueron partícipes del mal humor de los pilotos; sino también la manifestación hizo que su día se atrasara gastando más gasolina de lo presupuestado. Adolfo Medina es mensajero y debido a su trabajo, la puntualidad es importante. Los pobladores del interior hicieron que su jornada fuera más lenta y cargada, puesto que no llegaba a su destino a la hora pactada.

Por otro lado, un taxi gasta casi el doble de gasolina que una moto y,regularmente, es un gasto imprevisto, indicó el taxista Víctor Ramírez quien comentó que “A veces tenemos que poner de nuestra bolsa para los gastos extra de gasolina y regreso a mi casa con menos dinero con el que me fui”.



Familias completas viajaron desde Retalhuleu, Santa Rosa, Petén y otros lugares de país. Niños en brazos y personas con bastón hicieron presencia en la protesta de CODECA. A su vez, las banderas usadas, restos de frituras y plástico, en las cuales llevaban sus propios alimentos fueron abandonados en el lugar en donde se dio espacio a la solicitud de renuncia del Presidente.



Imagen: Gaby Rodríguez

Así se viven las manifestaciones en el centro histórico



Tres tortillas por Q5 se escuchaba en la Plaza de la Constitución y, a la vuelta, las cervezas al mismo precio refrescaban la garganta de los tantos manifestantes de CODECA que solicitaban el retiro de Jimmy Morales, el martes 24 de abril. 

Debido a la multitud, el sol y una extensa caminata, las tiendas de barrio se dieron gusto despachando cervezas a manifestantes que frecuentemente llegaban luego de un largo tiempo de protesta.

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