Los últimos 50 metros están saturados de fango y heces fecales. ¡Cada segundo 250 litros de aguas negras entran al Lago de Atitlán!
En el 2009, los pobladores y visitantes fueron sorprendidos cuando unas masas de material orgánico fueron avistadas en la superficie, se trata de la cyanobacteria, una especie de alga que se nutre de las aguas servidas que son arrojadas diariamente. El lago genera US$80 millones por concepto de turismo. Los 12 pueblos que se asientan en las orillas viven de ello y sus ingresos se ven directamente afectados por la salud del mismo.
El pasado 6 de abril, en Panajachel, Sololá, se llevó a cabo la entrega de las hojas topográficas y diseño de alcantarillado de los principales centros urbanos de los 15 municipios de la cuenca del lago.
La Asociación Amigos del Lago de Atitlán, lucha desde 1990, por mejorar la calidad de vida de las comunidades y su principal objetivo es protegerlo de aguas residuales, para evitar la contaminación crónica de su ecosistema. Eduardo Aguirre, director del proyecto, expresó: “Hemos trabajado desde hace dos años y hoy dimos un paso importante. Esto es el esfuerzo y la dedicación de un gran equipo de profesionales, en su mayoría voluntarios”.
“Ni una gota más de agua sucia al Lago de Atitlán”, es el proyecto que se realiza con el apoyo de las principales universidades del país e internacionales. “El lago es nuestro, además el ser humano es el responsable de cuidarlo”, comentó Jafeth Cabrera, Vicepresidente de Guatemala.
“Hay que hacer algo con las aguas negras que tiramos porque son un atentado para la salud de más de 350 mil pobladores que viven alrededor”, dijo Aguirre. La contaminación del agua es la principal causa de desnutrición y enfermedades en niños menores de 5 años.
El lago es la preocupación de muchas personas y, por ello, deben protegerse los recursos naturales para evitar la destrucción masiva e irreversible del ecosistema.