En muchas ocasiones, no podemos determinar qué tan mal está una persona psicológicamente; si tiene problemas con su familia, en los estudios, trabajo u otras cosas. Tampoco preguntamos ni nos preocupamos. Este es un tema que ocurre muy seguido con los ex compañeros del colegio; la institución en la que estudiaban era lo único que los unía y por lo cual se juntaban para hacer diferentes actividades.
Así le sucedió a Lisbeth
Ella perdió comunicación con algunos de sus amigos en el colegio, cada uno de ellos tomó un camino diferente: algunos vivían en otro país, otros lideran su propia empresa o ya formaron una familia. Se había vuelto un poco difícil lograr juntarse con ellos para una reunión como “las de antes”, puesto que el tiempo libre de cada uno contaba con horarios distintos. Así nos ha pasado a todos.
“El 31 de enero, mi ex compañera del colegio, Carmen, me escribió para preguntarme si sabía de algún trabajo al que pudiera aplicar”.
Como toda buena amiga, Lisbeth accedió a apoyarla, le pidió su currículum vítae y que también le contara un poco de sus habilidades, si tenía experiencia profesional en algún área específica.
Lisbeth quería apoyarla y preguntó constantemente qué era lo mejor que había hecho en trabajos anteriores, qué buscaba y si había algo que le apasionara.
“Carmen me dijo que no tenía más experiencia profesional, que había trabajado solamente escribiendo para una radio y no se había graduado de la Universidad, solo sacó Bachillerato”, comentó Lisbeth.
Las preguntas hacia Carmen siguieron, Lisbeth quería apoyarla y ella le respondió: “Quiero trabajar de lo que sea”.
“Le confirmé que había recibido el correo de su CV y comencé a pensar dónde podría apoyarle con trabajo. Pero, la verdad es que se me fue la onda, pasaron los días y dejé de buscar algo para ella”, indicó Lisbeth.
Algunas personas desempleadas, ante la desesperación de conseguir un empleo, piden trabajo “de lo que sea”, para obtener un poco de ingresos que cubran sus necesidades básicas.
El 8 de febrero, Lisbeth iba camino a su trabajo y seguía pensando dónde referirla, puesto que no tenía bien claro dónde o de qué quería trabajar Carmen. Al no tener tanta experiencia laboral, tratar de conseguirle trabajo resultaba una tarea difícil, pero no imposible.
La impactante noticia
“Ese día hablé con otra ex compañera de colegio y me preguntó si sabía qué le había pasado a Carmen”, comentó Lisbeth
Lisbeth creyó que se trataba del tema del desempleo, o de una enfermedad de la cual, Carmen le había contado con anterioridad.
“Hoy es su funeral y la están velando”
Lisbeth no logró entender qué era lo que escuchó… ¿Un funeral?, ¿cómo?, ¿por qué?
Carmen tenía depresión y problemas psicológicos, lo que la llevó a quitarse la vida. Lisbeth se sintió muy triste e incapaz, ya que no logró apoyarla para conseguir un trabajo.
La depresión es una enfermedad silenciosa. Hablamos con personas constantemente sin saber si sufren de alguna enfermedad mental. Otras nos piden ayuda en algún tema y, si podemos ayudarles de alguna manera, ¿por qué no hacerlo?
La psicóloga, Jacky Ramírez, dice que el suicidio es una salida del sufrimiento. La gente no se suicida por querer morirse sino para dejar de sufrir, ese fue el caso de Carmen.
“Debemos comprender que las causas del suicidio son muchas. Sí hay detonantes, pero no es que alguien toma la decisión solo porque sufre bullying o porque lo dejó la esposa, si no, todas las personas, en esta situación, lo harían. Hay todo un engranaje detrás”, comentó la profesional.
El suicidio es una enfermedad y no un acto de egoísmo ni de falta de Dios: es el desenlace de una larga cadena de sufrimiento.
Las señales de un posible suicidio son muy transparentes, existen, pero es probable que se vean reflejadas cuando este ya ocurrió. Debemos entender que esto se ve en personas de todas las edades, de ambos sexos, de todos los credos, las clases sociales y en todo nivel de conocimiento.
Carmen es uno de muchos casos de depresión y suicidio que ocurren comúnmente.
Si puedes ayudar a alguien, hazlo. Nunca sabrás si esa persona está sufriendo por conseguirlo.
***Lisbeth y Carmen (nombres ficticios). La familia y amigos, pidieron guardar el anonimato.