Erick es uno de mis mejores amigos y siempre le he dicho que parece que no tiene sentimientos. En el cine no llora con las escenas tristes, no se ríe cuando algo gracioso sucede ni siquiera le parece tierno un cachorrito, para él todo es lo mismo, parece que no tiene sentimientos. Eso que le pasa y muchas personas experimentan se le conoce como alexitimia y una de cada 7 personas lo padece.
La palabra alexitimia viene de las raíces griegas lexis (negación) y zümós (emoción) lo que se traduce como la “incapacidad para leer o expresar emociones o sentimientos”. Este padecimiento se produce especialmente en personas que padecen de autismo, esto debido a anomalías en la zona cerebral que se encarga de las emociones.
Según neurólogos que han estudiado sobre el tema dicen que es una mentalización deficiente de las emociones, en la que las sensaciones corporales asociadas a ellas son escasas o nulas. Las causas pueden ser varias, en algunos casos la primera infancia y los comportamientos asociados a ella, como por ejemplo cuando los padres asocian las sensaciones físicas con los sentimientos.
En un proceso alexitímico, quienes la padecen mantienen una gran agresividad hacia su entorno e incluso hacia sí mismos, pues al no poder verbalizar sus sentimientos, o al ni siquiera reconocerlos, sufren la tendencia a sentirse inútiles.
Aunque muchos conocíamos sobre sus efectos no sabíamos si este tenía un nombre en específico, el término fue descrito por primera vez en 1972. Se creía que era una deficiencia lingüística y se basaba en que el hemisferio derecho (emociones) tuvieran conexión con el lenguaje, hemisferio izquierdo.
Las manifestaciones pueden ser variadas, algunas personas no pueden expresar sus sentimientos y en otros casos no es consciente de tenerlas (como el caso de Erick), pues como dice él “no siento ni me provoca nada”.
Un neurólogo de la universidad de Arizona, Richard Lane, explica que la alexitimia es como la ceguera, ya que aunque tienen ojos no pueden ver, y en este caso aunque la emoción sea activada no sé es consciente de que puede usarse o expresar.
Esta enfermedad, además se asocia con la esquizofrenia y los trastornos alimenticios, se presenta de manera más frecuente en personas que han sufrido abusos. Esto no significa que ellos sean egoístas (al contrario, Erick es una persona generosa) ni tampoco que están locos, sino que más bien son personas que reprimen sentimientos y que no saben cómo expresarlos.
Esto también provoca consecuencias físicas, Erick se enfermó un par de semanas atrás, el doctor dijo que no había nada fuera de lo común más que sus defensas habían estado bajas. Él me decía que sentía como una presión en el pecho que casi no le dejaba respirar, hablando de poco a poco deducimos que quizás era por esa relación amorosa que había terminado pocos días atrás.
Aunque no dijo nada, fue un episodio bastante duro, claro que nunca lloró ni mucho menos se deprimió, al contrario me lo contó de la forma más natural posible, como si no fuera de él de quien hablara.
“No hay separación de mente y emociones; las emociones, pensamientos y aprendizaje están relacionados”. Eric Jensen, autor de libros.