“Sus brazos alrededor de mi cintura y sus labios besando mi frente hacían de cada mañana un evento único, un choque de emociones y deseos consumidos por la pasión y la emoción de saber que él no era cualquier tipo” describe Karen los amaneceres con su pareja. “Antes de irse a trabajar coloca sobre la mesa de noche un sobre; lo besa y me mira como diciendo “nos vemos luego. Toma las llaves de su Audi y baja de prisa”. Todos los días ambos conviven como toda una pareja.
Ella tiene 23 años y él 40, la gente los “ve de manera extraña cuando caminamos por Cayalá”, incluso han llegado a creer que es el papá de Karen. A él ya le causa gracia, a ella le disgusta. Obvio que no tienen una relación normal, no son novios, ni esposos, él es su Sugar Daddy y ella su Sugar Baby.
Llevan 3 años saliendo. Él es accionista de una importante firma de abogados de Guate, y ella estudia Relaciones Públicas, a diferencia de otros casos no se conocieron en una discoteca o una página web. “Fue en un día de shopping en Oakland cuando lo vi y me pareció uno de esos “maduros guapos”, tenía que propiciar el encuentro porque hubo algo en él que me atraía” cuenta Karen.
Fue en Starbucks cuando se hablaron por primera vez y “le dije que necesitaba una asesoría legal (mentí). Intercambiamos números y así iniciamos con el típico whats app de “buenos días”. Nuestra primera cita fue en La Cabrera un miércoles por la noche, “el hombre es encantador y muy caballeroso”.
Sus salidas fueron más frecuentes, y aunque sus padres le cuestionaban sobre esas misteriosas citas, ella nunca dio más detalles sobre el tema, “hubo una noche en Antigua, él pidió que cerrarán el lugar solo para nosotros: tomamos vino y bailamos, luego nos fuimos a una suite que había reservado “, siempre que habla de él, una sonrisa se le escapa.
Para los primeros seis meses de “amigos” él le regaló un reloj Calvin Klein y un collar de Swarovski además de una lujosa cena digna de cualquier miembro de la realeza. El se dirige a ella como “my queen”. Su aniversario del primer año fue en un viaje a Panamá , “recuerdo que me citó en un lugar, el chófer me llegó a recoger y me pidió que no llevase nada más que mi bolsa de mano, me vendó los ojos y me subió al avión, estuvimos 7 días bien gozados, disfrutamos de cosas que nadie más podría tener acceso”.
Una Navidad en su casa no es común ni mucho menos corriente. Los regalos van desde un vestido de Carolina Herrera y unos Jimmy Choo que trajo de Nueva York, hasta el pago de las mensualidades enteras de la universidad de Karen o un detalle como un BMW salido de agencia. Para su segundo aniversario de “amistad”, él decidió que era tiempo de cambiar un poco y le compró un apartamento en Granada, Cayalá en donde todos los viernes ella va después de la U para pasar el fin de semana junto a él.
Aunque parezca sorprendente, este tipo de relaciones es cada vez más frecuente, sin responsabilidades ni ataduras y cuando le pregunté si ¿tenía cargo de conciencia? me dijo que “no tanta como para dejarlo, es mucho mejor que salir con alguien de los de mi edad, Enzo ya tiene una vida hecha, es maduro y buena persona”, quizá será porque la sorprende, por lo menos una vez a la semana, con regalos un tanto extravagantes, o a lo mejor porque encuentra en él la figura de un protector que nunca tuvo.
“Enzo tiene buen gusto” describe. Ellos viajan por lo menos 4 veces al año. “Por él conocí Londres, él habla cuatro idiomas y mi favorito es el francés, especialmente cuando me lo susurra al oído”. Esta navidad ya han decorado su pequeño hogar, ambos fueron a España por las cosas que necesitaban. Ella le compró un reloj y una chaqueta (aunque no lo necesite porque tiene varias) y él le regaló el iphone X.
Le pregunté si pensaban en casarse o por lo menos en presentárselo a sus papás, su respuesta fue: “obvio no pensamos en casarnos y mucho menos en hijos, a lo mejor formalizar nuestra relación pero nada más”. Navidad para él significa largas filas en las tiendas de ropa que a ella le gusta, decorar su hogar con lujosas cosas y un despilfarre de dinero por doquier. Nunca firmaron un contrato ni nada para salir, la única condición es que no pueden reclamarse nada porque no son novios.
Características de un ‘Sugar Daddy’
•De aspecto impecable y grandes conocedores de las reglas de etiqueta, cultura general y temas de actualidad.
•Saben vestirse y cuidan su aspecto físico.
•Para ellos sus años son una insignia, pero no pierden el convencionalismo y siempre están dispuestos a aprender y conocer.
•Llevan la esencia del romanticismo y les encanta llenar de detalles a las personas que los rodean.
•Tienen la costumbre de hacer que una persona adquiera un sentimiento de orgullo o vanidad..
Algunas mujeres no tienen problema en aceptarlo, pero tener alguien que paga todos los caprichos a cambio de compañía, también puede ser visto como una forma de prostitución ante los ojos de la sociedad. Karen describe a Enzo como “una colección de buenos momentos conformados por ratos de risa, cariño, dulzura, imaginación, placer, erotismo y emoción y de lujos libre de compromisos”
Las opiniones sobre el tema son diversas, a favor o en contra, un escándalo para los matrimonios y las religiones quienes no les gustan las medias tintas, o son novios o no lo son. Enzo tiene 40 y Karen 23, llevan 3 años saliendo y poco más de un año viviendo juntos, no pretenden nada más que “vivir el momento” y tú, ¿qué opinas sobre tener un sugar daddy?