Se acerca el día de la final en la UEFA Champions League. Los nervios comienzan a comer junto a mí y me visto con los colores de mi equipo favorito: Juventus. Soy Imer Antonio Lucero y con poco más de 30 años he sido fiel seguidor del fútbol italiano, y Alessandro Del Piero me llevó para enamorarme de La Vecchia Signora, era como mi Messi.
Cuando se celebró el Mundial México 86 estaba muy patojo pero en Italia 90 ya tenía consciencia. Me cautivó la forma de jugar de los italianos. Recuerdo que me gustó más por el goleador Schillaci Salvatore.
Soy un periodista que como muchos colegas quise ser futbolista, pero que por azares del destino terminé en esta profesión. La Juve es un equipo grande, tiene 33 títulos y tres estrellas en la camisola que hablan de su grandeza.
Por ser un fiel aficionado le exijo mucho al equipo. Han ganado en la liga local pero cuesta mucho en competencias internacionales, entonces ha sido alegre en las últimas temporadas que se han acercado a los mejores del mundo.
Te podría interesar: Messi el padre del Real Madrid
Para que se den cuenta de la pasión que despierta en mí, el fútbol azzurro, mi empresa personal tiene nombre italiano. Se llama Immagine Professionale y mi hijo más pequeño tiene como nombre Alessandro por el astro que he seguido por mucho tiempo. No me aguanté, quise ponerle Paolo al más grande de tres pero no se pudo.
Aunque parezca gracioso, la forma en como vivo, disfruto y siento los colores es apostando con algunos amigos. Cuando jugaron contra el Barcelona me gané los almuerzos de tres días y es una fórmula para ponerle más sentimiento.
Creo que la final del 3 de junio la compartiré con algunos amigos en la casa de uno de ellos. Aún no lo sé porque son seguidores del Barcelona y sí les reclamo que ahora quieran apoyar al equipo italiano. También podría quedarme en casa. Lo que no falta es la apuesta.
En un país como Guatemala, que vivimos y comemos Real Madrid todo el tiempo, me siento único, aunque con el uso de las redes sociales nos podemos dar cuenta que no estoy solo. La Juve es historia y hay que vivirla, aunque no podamos estar del otro lado del charco gritando.
Leer también: Costó pero llegó. ¡La 30 de Municipal está aquí!
También juego a ser el técnico
Me enojo muchísimo cuando los jugadores no corren o pierden balones aunque trato de mantener los pies sobre la tierra y disfrutar del espectáculo deportivo. No peleo con otros porque sé que no soy el único aficionado pero sí lo vivo al límite con directrices.
Me siento confiado en que podremos ganar la orejona porque tenemos talento, hemos hecho inversiones muy buenas y hemos tenido decisiones acertadas. Dybala aún es muy joven y no me quita el aliento, pero Buffon es mi eterno con el que sé seguro lloraré si se obtiene el título.
Antes me gustaba mucho Arturo Vidal, incluso una querida amiga me trajo una camisola de él. Como soy fotógrafo me la puse y bromeé sobre ser el nuevo fichaje del equipo. Todos saben lo que despierta en mí el club.
Pirlo es otro de los que han reforzado la idea de seguir a la Juve; es, fue y será uno de los más grandes. Soy apasionado y tenaz. Casi nadie sigue la Serie A pero me siento tranquilo de saber que conozco bien lo que me gusta.
Comienzan las emociones más crudas, los sentimientos más profundos y se comienzan a despertar las hebras más íntimas del corazón en la previa al juego que definirá al campeón de Europa en un campeonato que seguimos en todo el mundo.