“Tú deberías estar en la cocina y no en una barbería”
Todo inició hace 3 generaciones, cuando el papá de Ericka Pérez, una joven de 22 años, originaria de Olintepeque, Quetzaltenango, decidió desempeñar un oficio que, según la cultura machista del país, “solo los hombres pueden hacerlo”.
“Mi papá, abuelo y bisabuelo eran barberos”. A los 9 años de edad, cuando su padre falleció surgió la inquietud de realizar este oficio. “Mi hermano Marcos me apoyó para que yo desempeñara este trabajo“, comenta Ericka.
Pérez viene de una familia humilde, como ella lo menciona. Una economía precaria no fue el impedimento para que su pasión por el corte de cabello la adentrara al mundo del estilismo. “Mi mamá nos apoyó en lo poco que podía y mi tercer hermano que quedó como padre, me inculcó la buena educación y también recibí apoyo para cumplir mi sueño de ser barbera“.
“Mi hermano me enseñó a trabajar duro y depender de mí misma”.
Ericka
Cada vez su deseo por cortar el pelo se volvía más fuerte. Mientras estudiaba tercero básico y al finalizar su jornada se iba a una barbería para aprender el oficio. “Usted sabe que en nuestro contexto y más cuando nuestras raíces son indígenas existe discriminación y machismo”.
“A mí una mujer no me va a cortar el cabello, “tú deberías estar en la cocina y no en una barbería”, eran frases que escuchaba al inicio de su carrera. “Al principio fue difícil para mí porque fui muy negada”, “incluso personas de mi mismo pueblo me desalentaron”.
“Hubo un tiempo que dije que ya no quería hacer esto”.
Ericka
Ericka mantenía sus uniformes del colegio en la barbería y después de terminar su turno se dedicaba a realizar las tareas. “Esto me ayudó a desarrollarme mejor, terminaba tareas a la 1 a.m., pero sabía que tenía que responsabilizarme y no rendirme para demostrar que las mujeres podemos hacer las cosas“.
El sacrificio que realizó en el pasado poco a poco le fue abriendo camino a más oportunidades. “El corte de cabello se volvió mi pasión, es un estilo de vida”. “Con el paso del tiempo en mi pueblo ya tenía mis clientes, era más conocida y sobre todo tenía el cariño y admiración de todos ellos”.
El momento había llegado. Ericka recibió una llamada para participar en un evento de belleza nacional realizado en el Westin Camino Real. “Había barberos y estilistas muy conocidos de nuestro país que admiro”. “Nuevamente fui discriminada“.
“Me gustaría representar a Guatemala internacionalmente”.
Ericka
A pesar de ello, Pérez demostró que no importa de dónde se viene y que la edad no es un límite. “Yo gané el segundo lugar y mi hermano el quinto lugar”. “La empresa organizadora nos brindó la oportunidad de solicitar algo y decidimos realizar el primer encuentro de barberos en Olintepeque”.
“Nos reunimos de 500 a 700 barberos de diferentes departamentos de Guatemala”.
Lady Barber como se hace llamar es un claro ejemplo de superación y amor hacia el talento chapín. “Me gustaría cortarles el cabello a personas importantes de nuestra nación, incluso me gustaría cortarle el pelo al Presidente”.
“Antes de la pandemia fui invitada a viajar a Perú y México”.
Ericka
Ericka quiere llevar su talento a cada rincón de nuestro país y sobre todo conocerlo. “He soñado ir en una combi con barbería y recorrer cada rincón de los hermosos lugares que tiene nuestra Guatemala”.