“Me iban a matar si no les daba Q3 mil diarios”
*Saúl, padre de familia y pequeño empresario que a raíz del confinamiento por el COVID-19 cerró su puesto de venta de comida para dedicarse a entregar sus servicios a domicilio.
Al sur de la ciudad, en San Miguel Petapa, lugar donde reside, crearon un grupo en Facebook en el residencial, para apoyar a aquellas personas que se quedaron sin empleo y así generar algo de dinero.
Desde mascarillas, comida, hasta venta de carros son los servicios que algunas personas ofrecen. “Tras la pandemia cerré mi puesto que se ubicaba por Villa Nueva, entonces en abril ingresé al grupo para ofrecer mis servicios”.
Todo iba bien, la venta se disparó y decidió vender afuera del grupo del residencial. “Cuando empecé solo era específicamente para el residencial donde vivo. Pero vi otros grupos donde te aceptaban sin necesidad de que vivieras en el lugar, entonces quise ampliar más mi grupo objetivo”.
“Se empezó a vender mis productos, pero no sabía que eso me iba a costar una amenaza”.
Saúl
Los hot dogs, hamburguesas y almuerzos ejecutivos llegaron cada vez a más clientes. “Me empezaron a pedir inclusive personas que no estaban en un grupo y allí tuve más cuidado, ya que mi información prácticamente estaba pública”.
Una llamada que le cambió el rumbo de vender sus servicios. “Era un jueves a mediodía cuando recibí una llamada en la cual me dijeron que me iban a matar si no les daba Q3 mil diarios, ya que un vecino me había mandado a hacer daño”.
Sin pensarlo, Saúl, puso la denuncia. “Fui a poner la denuncia al MP del municipio”. “Decidí ya no vender en otros lugares que no sean cerca de donde vivo”.
“Lamentablemente, esto representa menos ingresos, pero debo cuidar la vida de mis colaboradores y mi familia”.
Saúl
Criminales que solamente buscan la forma de perjudicar a la gente que trabaja honradamente.
Según datos del Ministerio de Gobernación y el Centro de Estudios Económicos Nacionales, de enero a junio del presente año se recibieron 6 mil 186 denuncias por extorsión, mientras 1 mil 429 personas habrían muerto por hechos violentos.
Saúl ha sido otro guatemalteco víctima de la extorsión que, sin éxito, los delincuentes buscarán a otra persona para ver si esta cae en su trampa, aprovechando la nueva modalidad de ventas que la pandemia ha obligado a recurrir.
*El nombre fue cambiado por solicitud de la persona entrevistada.