La pandemia del COVID-19 dejó sin trabajo a miles de personas que se dedicaban al turismo en Guatemala. Tras los meses en cuarentena, esta industria se convirtió en la más afectada del país. Sin embargo, la reapertura inició parcialmente, pero esta continúa siendo la última beneficiada.
Debido a que los centros turísticos, hoteles y parques se rigen por el sistema de alertas realizado por el Gobierno de Guatemala, la reapertura se encuentra mermada o paralizada. Así es el caso de las regiones de Alta Verapaz, donde 99 mil 194 turistas visitaban el departamento.
Eduardo Sam Chun, periodista, aseguró: “Muchos hoteles se han visto obligados a cerrar sus establecimientos tras el inicio de la pandemia. Otros han rentado sus habitaciones como hogares para poder tener ingresos durante la cuarentena, pero no como un hotel”. Para Chun, al recorrer los municipios de este departamento, no es difícil ver cómo negocios hoteleros debían colocar sus pancartas de “se vende”, debido a que “la pandemia les quitó cualquier tipo de oportunidad de negocio”.
Francisco Archila de Orquigonia, una reserva natural privada dedicada a ofrecer hospedaje, venta de plantas y un “tour de las orquídeas”, comentó sobre la situación de las empresas dedicadas a la hotelería. “Tras iniciar la pandemia, se vino todo el negocio abajo y nosotros necesitábamos seguir cuidando la reserva para no perder a las orquídeas. Sin nuestro cuidado habrían durado dos meses. Teníamos algunas cabañas que servían antes como hospedaje, pero decidimos rentarlas a unas familias que necesitaban de un hogar para, al menos, tener este ingreso”.
Chun también recordó que Alta Verapaz estaba logrando colocarse como un nuevo sitio para la estadía de los turistas y no ser solo un lugar de paso. “Contar con sitios turísticos como Semuc Champey, Laguna Lachuá o la Orquigonia había permitido que a los turistas les llamara la atención pasar más tiempo aquí. Se había logrado crear un progreso, pero la pandemia lo arruinó todo”, aseguró el comunicador.
Archila recuerda el inicio de la cuarentena como muy duro, debido a que “no había tours u hospedaje para generar ingresos. De ocho personas que pertenecían al equipo, nos quedamos con tres porque no podíamos cerrar, los trabajos de conservación debían continuar”.
“Los primeros meses nos mantuvimos con ventas de plantas y haciendo actividades en vivo. Hicimos alianzas con plataformas virtuales para hacer cursos de cultivos de vainilla, cuidado y cultivo de orquídeas, entre otros. A nosotros nos daban un porcentaje del ingreso de los cursos. Tratábamos, como responsabilidad social, de dar lives gratuitos para que los usuarios pudieran conocer de nosotros desde su hogar”, afirmó Archila.
Tras el anuncio de la reapertura y de las nuevas disposiciones presidenciales para mitigar los contagios de COVID-19, Orquigonia logró abrir sus puertas nuevamente. Archila afirmó que arrancaron con actividades hace cuatro semanas, pero el turismo ya no es lo mismo. “La visitación es muy baja, pero es mejor que no generar nada y perder la reserva. Solo logramos recibimos hasta un 20 por ciento de lo que solíamos recibir en todo el 2019”.
Según Archila, Orquigonia se encontraba en pleno crecimiento con “una proyección positiva para crecer un 18 por ciento para este 2020, pero este 2020 con la pandemia solo retrocedimos”.
Orquigonia debe trabajar ahora con las nuevas medidas de sanidad y ofrecer seguridad a los visitantes que se animan a salir a pesar de continuar la pandemia. “Aún hay temor e incertidumbre, hay falta de liquidez para muchos y no pueden viajar todavía. Esperamos que en los últimos meses del año se pueda mejorar en algo. Nosotros ofrecemos todas las medidas de seguridad dispuestas por el MSPAS y recibimos capacitaciones para áreas protegidas por INGUAT y Conap, pero somos nosotros los que costeamos todos estos gastos extra para poder reabrir. Al final, nuestra esperanza es que el INGUAT apoye el turismo interno. Nos estamos esforzando en seguir los protocolos. Es un costo más y aún no hay ganancias; sin embargo, decidimos no cambiar el precio de entrada a nuestras áreas”.
Archila explicó que la capacidad de los tours antes de la pandemia eran 20 personas y arrancaban cada 20 minutos en temporada alta. Ahora solo reciben 8 personas en tours privados de 2 horas, siguiendo la condición que deben provenir todas del mismo hogar o ser una familia para no formar aglomeración y evitar contagios.
¿Deseas ayudar a este lugar que busca cuidar el medioambiente y a las orquídeas? Puedes visitarlos en el kilómetro 206, ruta Las Verapaces, Aldea Chicuxab, Cobán. El precio por persona para el tour de las orquídeas es de Q50 que incluye un pequeño documental de proyecto, un guía comunitario y registrado, un brazalete, gel, repelente, una infusión de té negro, limón y canela y una guía impresa. Puedes encontrar más información ingresando a su página de Facebook.