Información de Juan José Muralles y Marysabel Aldana
Una obra de US$200 millones fue la sensación en el ámbito de construcción en Guatemala. En enero del 2013, empieza la construcción de lo que hoy se conoce como Ciudad Cayalá.
Rodeado por el poco bosque que queda en ese sector de la metrópolis guatemalteca, el complejo cuenta con oficinas, apartamentos, condominios, casas lujosas y sobre todo el área centro comercial.
Para muchos es un lugar donde debería haber un bosque protegido por las autoridades forestales, bajo un concepto ecológico como en las grandes urbes. Mientras para otros simplemente es un lugar más donde antes había árboles, pero era necesaria su tala para desarrollar el país.
Vecinos del lugar denunciaron la posible construcción de la nueva fase, para lo cual se deberían talar 80 hectáreas de bosque.
“Ha ingresado al MARN el proyecto que promete triplicar el tamaño actual de Ciudad Cayalá”.
La fuerte crítica se hizo presente en las redes sociales. Personas a favor y otros en contra se hacían presentes para alzar la voz.
Amantes del deporte también mostraban su disgusto, ya que en el área existe un parque para realizar bicicleta de montaña.
Poco a Poco la gente se sumaba cada vez más a hacer bulla en las redes sociales y así hacer presión ante las autoridades para poner un freno a la posible construcción.
La usuaria Marinés Mejía decidió recolectar firmas para realizar una petición a la Municipalidad de Guatemala y al Ministerio de Ambiente para que detengan cualquier inicio de la nueva fase.
10 mil firmas es lo que buscan los ciudadanos para detener a los empresarios ante este conflicto ecológico-social.
El Ministerio de Ambiente y Recursos Naturales ya emitió un comunicado respecto a la solicitud de ampliación de Cayalá, en el que se lee que aunque ya recibieron la solicitud, esta aún no ha sido aprobada y se conocerán los detalles de la construcción, previo a emitir una decisión final.
Luego el MARN verificará y analizará que el expediente cuente con los dictámenes técnicos de instituciones como Instituto Nacional de Bosques y el Consejo Nacional de Áreas Protegidas, cuya licencia forma parte del expediente de licencia de construcción que podria autorizar la Municipalidad de Guatemala.
El Ministerio de Ambiente dará trámite a la solicitud de la licencia ambiental, que implica que se debe tener un instrumento ambiental, que luego de ser analizado y, si cumple todos los requisitos técnicos y legales vigentes, podría ser aprobado y sujeto a la emisión de la licencia.
La Municipalidad de Guatemala conocerá el proyecto solo sí antes en MARN obtiene toda la información necesaria.
Relato se comunicó con los responsables de la Comunicación de Grupo Cayalá, para tener su punto de vista, pero no respondieron las llamadas.