Desde hace años, “Güicho”, como le conocen sus compañeros, laboraba como ayudante de bus en una de las rutas de la ciudad. Pero, desde el inicio de la pandemia se quedó sin trabajo.
“Dejarnos encerrados fue difícil para nosotros porque de lo que ganamos todos los días nos ayuda a mantener a nuestra familia”, contó.
Como alternativa para obtener un ingreso, Luis optó por salir a vender agua pura y gaseosa en las esquinas de las calles. “Porque si uno no trabaja, no come”, expresó
Aunque el país ha empezado a reactivar su economía y que existe una mesa de diálogo entre los transportistas, el Estado y la Procuraduría de los Derechos Humanos, aún faltan acuerdos que permitan el funcionamiento del transporte, que es importante para las personas que necesitan movilizarse a varios lados.
En una de las reuniones llevada a cabo la semana pasada, se propuso que los servicios de buses no lleven ayudantes, para tener menos gente. Según Edwin Guerra, de la Defensoría de los Usuarios del Transporte Público de la PDH, la idea surgió en conjunto con todas las partes involucradas, pero aún resta que se defina la manera de apoyar a este grupo de personas.
“En mi caso me pagaban diario y la comida que siempre me daban. No tenemos un contrato ni nada, lo hacemos solo de palabra”, indicó.
De acuerdo con Guerra, hay más de 2 mil unidades urbanas, pero no existe un registro exacto de cuántos tienen ayudantes, ya que algunas unidades cuentan con más de uno.
“Nosotros ayudamos a ordenar a la gente, a que se corra. También cobramos el pasaje y limpiamos el bus cuando se termina el día”.
Según el funcionario, los ayudantes deben ser capacitados y trasladados a otras funciones para que puedan ayudar en un futuro en otras áreas que les permitan acceder a otras oportunidades de trabajo.
“Son abusivos y no respetan. Para mí que sí deberían quitarlos”, opinó Olga, usuaria del transporte.
Buses extraurbanos
La tarea de los ayudantes, o “brochas”, como se le conocen popularmente, en los buses de rutas largas es diferente, ya que ayudan a los pasajeros con sus bultos y cobro de pasaje.
Edwin Amaya, de la Asociación de Propietarios de Autobuses Urbanos de Guatemala (Asopagua) considera que es importante el papel del ayudante en los buses. “Al final del día el piloto necesita que controlen cuando las unidades estén sobrecargadas, que no se caiga un pasajero o los que se suben en la parte de atrás paguen su pasaje”.
Aunque algunos opinan que “los brochas” deberían ser removidos, para ellos la situación es diferente. “Imagínese, nos quedaríamos sin nada y eso de que nos reubiquen es mentira. Nos tocaría buscar otro trabajo o al menos que ellos nos dieran algo más”.
El regreso de los buses de rutas cortas aún es incierto, mientras no se concreten las negociaciones entre los representantes de los transportes y el gobierno y no se establezca un nuevo precio al pasaje.