El aumento significativo de los casos de COVID-19 en el país, así como del número de muertes urge a los guatemaltecos a tener un control más estricto de las medidas de higiene y de la salud en general, lo que puede evitar una futura visita a un centro de salud.
Según la Organización Mundial de la Salud (OMS) el autocuidado implica tomar acciones regulares para mantenerse en buen estado de salud y tomar los pasos apropiados cuando nos enfermamos. Las acciones que se tomen para el autocuidado pueden aportar a los usuarios más opciones, acceso, control y satisfacción para gestionar sus necesidades de atención médica como agentes activos y no como receptores pasivos de servicios de salud.
Muchas enfermedades pueden ser tratadas, además con medicamentos, con hábitos de vida saludables, tales como buena higiene, sana alimentación y adecuado ejercicio.
“Esto nos permite mantener la salud, para evitar enfermarnos en estas épocas en las que nadie quiere ir a un hospital. En casos de dolencias menores, tenemos al alcance medicamentos de venta sin receta médica que nos pueden permitir cuidarnos para evitar ir al médico, a los hospitales o farmacias, entre ellos: manejo del dolor con analgésicos, cuidado antimicótico en pies, uñas y vaginal, toma de antiácidos para la indigestión y acidez estomacal, por mencionar algunos”, dijo el doctor Herbert Vides, asesor médico del Área de Consumo de Bayer en Centroamérica y El Caribe.
Beneficios del autocuidado
Según la Industria Latinoamericana de Autocuidado Responsable (ILAR), el autocuidado tiene múltiples beneficios individuales y sociales:
Ahorros económicos para los sistemas de salud pública en el tratamiento de condiciones comunes y no graves.
• Redireccionamiento de recursos al tratamiento de condiciones más serias.
• Evitar la pérdida de productividad por condiciones no graves.
• Empoderar a los ciudadanos sobre su propia salud.
• Mejorar la salud y calidad de vida de la población.
Según la organización ILAR, los medicamentos de venta libre (OTC) conforman un grupo de fármacos destinados al alivio, tratamiento o prevención de afecciones menores con los que se posee una amplia experiencia de uso y han sido autorizados expresamente como tales por las autoridades sanitarias de cada país.
El valor económico del autocuidado
El estudio llevado a cabo por ILAR se realizó en 5 países latinoamericanos: Argentina, Brasil, Chile, Colombia y México, en 2017, enfocándose en condiciones comunes y no graves que no requieren atención médica complementaria para su manejo (versiones no graves, no complicadas), como: lumbalgia, candidiasis, diarrea y el resfriado, que arrojó los siguientes resultados:
• Costos de atención: se atienden a aproximadamente 96 millones de casos de 4 condiciones comunes no graves: resfriado común, diarrea, candidiasis vulvovaginal y lumbalgia en los sistemas de salud públicos. Esto representa un gasto de cerca de US$ 2.7 mil millones, de los cuales los costos en la atención del resfriado común representan el 45 por ciento.
El segundo padecimiento que más gastos genera es la diarrea, que representa para los sistemas de salud evaluados, un costo de US$986 millones.
Si el 50 por ciento de los casos de las 4 condiciones fueran atendidos a través de medicamentos de venta libre, los sistemas de salud pública podrían ahorrar hasta US$1.3 mil millones.
“El autocuidado nunca había sido tan importante como ahora, cuando mantener un régimen adecuado en casa puede evitar tener que visitar un centro de salud y exponerse a contagio por COVID 19. Es el momento de apoyar a que se impulse una cultura que permita lograr mejores condiciones de vida, así como contribuir con los sistemas de salud para que sean más sustentables”, concluyó Rogelio González, director regional del negocio de Consumo de Bayer en Centroamérica y el Caribe