Pequeños, inocentes y aún sin vivir mucho. Los niños son razón de alegría para muchas personas, especialmente para los padres quienes son la acumulación de amor y trabajo en pareja.
No todos corren con la misma suerte. Las familias disfuncionales han llevado a la reacción psicológica de los infantes. Tristeza, desapego, depresiones son algunos rasgos característicos con los que un niño llega a crecer. Otros casos llegan a un extremo. Ese extremo de la cruda realidad violenta que vive el mundo.
Videojuegos violentos y programas con escenas sangrientas serían escenarios perfectos para algunas de las cosas que niños han ocasionado. Razones sobran, pero dentro de la mente de un niño puede imaginarse como un laberinto inexplicable.
Slenderman me lo pidió
No, no es el equivalente a La Llorona de Estados Unidos o a una leyenda urbana. Slenderman es producto de la imaginación de Eric Knudsen en 2009 como parte de una historia de miedo en 2009. Solo fue el comienzo, ya que su viralización fue veloz y consiguió libros, cómics y videojuegos inspirados en esta historia.
Un hombre alto, delgado. No tiene rostro alguno y que su cabeza calva se muestra de color totalmente blanco. Usa un traje elegante, y siempre aparece de noche, según relata la historia de Knudsen. Tiende a robar niños, los cuales desaparecen después de su visita y siempre deja un dibujo hecho por los infantes junto a Slenderman con un mensaje.
No pasó de más por muchos años hasta que tomó el revuelo viral y fueron creados varios videojuegos con su temática. Miles de historias inspiradas en aquella de Knudsen y publicadas en diferentes blogs de miedo. Muchísimas de ellas bajo un autor anónimo.
Anissa y Morgan
Un par de niñas de 12 años que compartían un oscuro destino en Wisconsin. Anissa Weier y Morgan Geyser contaban con padres cuya situación sentimental, económica y médica no era para nada buena. Padres desempleados, separados por momentos y con problemas maritales fue algo que unió a las niñas. Ambas se encontraron por cosa del destino en la parada del bus escolar y que empezó su amistad.
Su amistad fue madurando, compartiendo diferentes gustos y buscando nuevos juntas. Cerca de Octubre de 2013, comenzó su gusto por los “creepypastas”, historias de miedo y concursos de photoshop. Varias de ellas inspiradas en Slenderman.
Así se toparon con la tercera mosquetera del grupo. Isabella Leutner, también compañera de ellas empezó a juntarse con las otras dos chicas en 2014. Pasaban algún tiempo juntos y su amistad no era tan fuerte como el de las otras dos chicas. Una inocente invitación de las dos chicas para celebrar el cumpleaños de Morgan en una pista de hielo y cerca de un gran bosque en su residencia de Wisconsin fue simplemente el comienzo de una trágica historia.
19 puñaladas
Tras la fiesta de cumpleaños, las tres chicas regresaron a casa de Morgan para tener una pijamada. Isabella fue sin saber que las otras dos niñas ya tenían planeada su muerte con detalles.
A la mañana siguiente, como parte de un momento para jugar, las tres niñas fueron a un parque cerca de casa. El parque tenía un bosque de casi una manzana de extensión. Los juegos se volvieron erráticos y violentos. Forcejeos entre Morgan e Isabella se tornó en una escena sangrienta. Morgan sacó de su mochila un cuchillo que robó de su cocina y apuñaló 19 veces en el abdomen y brazos a Isabella. La arrastraron y dejaron tirada en el bosque.
Sorprendentemente Isabella sobrevivió. Se arrastró por el bosque hasta que fue encontrada por un ciclista que pasaba por la zona. Inmediatamente llamó al 911 y a pesar de tener heridas profundas en el estómago, hígado y corazón, los médicos la salvaron.
Morgan y Anissa fueron encontradas y puestas bajo custodia. Han pasado más de tres años de juicios y correccionales para niña gracias al mismo mensaje. “Creía que, si no lo conseguía, Slenderman vendría a atacarme y matarme, mis amigos y mi familia” replicó Anissa en varios juicios. Esto llevó a que el juez tuviera que pedir ayuda a varios psicólogos.
El doctor Kenneth Robbins, uno de los psiquiatras que compadeció ante el juez afirmó que Morgan “cree que si dice algo mal, que si molesta de algún modo a Slenderman, no solo será su vida, sino incluso la de su familia la que estará en peligro”.
Hoy se discute todavía la condición mental de ambas niñas y que han pasado más de tres años en prisión. Ambas buscan apelar a un crimen por esquizofrenia, donde Slenderman, algo que parecía algo ficticio, consumió la inocencia de dos niñas y las convirtió en asesinas.
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