Mientras que en algunos países el confinamiento está volviéndose cada vez más estricto al obligar a muchas personas a permanecer en casa, son pocos los que se permiten salir a un paseo corto, se dirigen a sus trabajos o realizan alguna diligencia. Sin embargo, existe otro grupo que se ha mostrado más prudente o ha limitado sus salidas por miedo al contagio que afecta poco a poco su perspectiva de salir al mundo real.
Hay un grupo que mientras espera con ansiedad retomar su vida normal en la calle, existe otro que está prefiriendo quedarse en casa y no por miedo, sino porque encuentran el gusto a estar en un lugar cerrado y no siente la necesidad de salir; es lo que se conoce como el “Síndrome de la Cabaña”.
Aunque se trata de una tendencia al aislamiento que afecta mucho más a los adultos mayores, cada vez son más las personas que prefieren estar en un entorno conocido y dominado por ellos, que cuando es momento de salir lo evitan. Se han acostumbrado tan bien al confinamiento que cuando ya tienen la posibilidad de salir no lo perciben como una necesidad real para sus vidas.
Este término se empezó a mencionar a comienzos del siglo XX, en Estados Unidos y Canadá, para describir a un tipo de estado mental causado por meses de aislamiento, soledad y aburrimiento que experimentaban ciertas poblaciones aisladas por el invierno en estos países hasta que llegaba la primavera.
Síntomas
- Sensación de nerviosismo.
- Frustración, angustia, temor.
- Falta de motivación.
- Gran esfuerzo para realizar tareas cotidianas.
- Excesivo miedo a salir o retomar la rutina.
¿Qué hacer si me siento así?
Primero debes tener claro que el confinamiento no será para siempre aunque este momento no lo percibas de esta manera; es importante tener claro que cuando sea el momento de retomar tus actividades, las salidas sean graduales, de manera que cada uno pueda ir regulándolas a su conveniencia.
Por ejemplo, puedes comenzar por salir a pasear y hacer ejercicios en horarios establecidos por tiempos cortos y gradualmente aumentar el tiempo. Si asocias las salidas con una actividad que te cause placer entre las posibilidades que existan, será más fácil repetir la experiencia. Asimismo, sigue los protocolos de seguridad que las autoridades han establecido, como el uso de mascarilla, el lavado de mano y el distanciamiento social.
Mientras estás en casa y planeas a futuro qué hacer cuando finalmente puedas tener un poco más de libertad, por ahora lo más importante es cuidar de tu mente por lo que escucha música, dedícate a una afición nueva, encuentra proyectos especiales que alguna vez quisiste hacer en casa y por falta de tiempo nunca lo comenzaste. Además, nunca descuides el ejercicio, ya que te ayuda a liberar la tensión acumulada por estar encerrado y de igual manera mantiene tu cuerpo en forma.
Otra pauta importante es no olvidar sociabilizar, aunque por ahora tu mejor aliado es la tecnología y seguro no será la misma sensación que platicar en persona, mantener la actividad social aunque sea por videollamada te ayudará a mantener la sensación de que estás conectado con el mundo exterior. Así que planea citas o cenas virtuales, una noche de películas o de lectura, cualquier actividad que te haga reír y pasar el tiempo.
No te voy a mentir, se siente miedo o incluso pánico pensar en volver a salir a la calle y seguro esa sensación no se vaya por mucho tiempo, ya que la vuelta a la vida será gradual. Piensa que es una nueva manera de vivir y está bien sentir temor, pero recuerda que todo esto puedes hacerlo paulatinamente y que esta situación que se ha instaurado por más de 50 días en nuestra vida solo será un aprendizaje más, que verás luego en el pasado.
Fuentes: ITAE Psicología, ABC Bienestar, Healthline. America Psyquiatric Asocciation, APA.