Las prohibiciones del Gobierno de Guatemala y el toque de queda impuesto para la cuarentena por el COVID-19 han generado cambios en los hábitos para relacionarnos con otros en acciones tan simples como recibir un paquete. Entre ellos, el servicio de restaurantes y mensajería han sido protagonistas, ya que tienen libertad de locomoción.
Sin embargo, no todos han logrado conseguir equipo de higiene personal para realizar su trabajo. El desabasto ha provocado que muchos no porten una mascarilla o guantes.
En el servicio de Glovo o Uber Eats, es común ver al repartidor sin utensilios para mantener su higiene personal como guantes o, incluso, una mascarilla. Algunos repartidores, aún en pareja, solo uno de los dos lo porta y es quien entrega las órdenes.
A pesar de que los repartidores no posean estos utensilios, también puedes desinfectar lo que recibes en cuestión de minutos.
¿Cómo desinfectar los artículos?
El coronavirus ha sido capaz de sobrevivir, en algunos casos, sobre superficies de acero, plástico y cartón por más de 72 horas. Esto ha generado incertidumbre alrededor del mundo respecto a la constante desinfección de todo lo que se toca y el cuidado de no tocar el rostro tras estar en contacto con alguno de estos materiales.
Sin embargo, desinfectar un paquete que recién recibes no es un proceso difícil. Es mantener el buen hábito de antes de ingresar a tu hogar, pasar un paño con productos como agua oxigenada, etanol en una concentración del 70 por ciento o alcohol para desinfectar de más de 60 por ciento de concentración. Luego, debes lavarte las manos con agua y jabón.
Esta práctica también la debes realizar si vas a un supermercado, ya que no sabes si los artículos fueron manipulados con anterioridad. Sin embargo, estas prácticas son solo por precaución, ya que la probabilidad de contraer el COVID-19 por tocar una caja en el supermercado es muy baja. Pero, las medidas son esenciales para evitar cualquier riesgo.
En el caso de los comestibles, si son verduras o frutas, debes lavarlas muy bien antes de consumir para evitar, no solo el COVID-19, sino otras enfermedades como salmonella, toxoplasmosis o la fiebre tifoidea.