La conocí en una fiesta, entonces era una jovencita comprometida con el Partido Patriota. Creía, amaba y admiraba a los líderes de esa agrupación. Por sus comentarios estaba claro que Otto Pérez Molina, Roxana Baldetti y Alejandro Sinibaldi, serían los salvadores de Guatemala. “La mano dura va a arreglar las cosas, eso es lo que necesitamos”.
Patriota de Corazón
Creí que su cercanía con Sinibaldi era una cuestión de afinidad política, una especie de fascinación con el personaje. Hoy, me queda claro que mucho distaba mi presunción con la realidad.
Aneliese Herrera era, no solo una fan del PP, sino la mano derecha de “Alejandro”, como ella solía referirse al “Fisiquín”. Orquestó millonarios negocios, cobros de comisiones, pagos de empresas y, sobre todo, es hoy quien más sabe de los oscuros secretos del ahora prófugo y siniestro Sipi Sinibaldi.
Ayer en declaración ante el juez, se defendió de las acusaciones del empresario Pedro Luis Rocco, quien aseguró que Herrera le había pedido un soborno. Además, dijo haber recibido órdenes de Sinibaldi de figurar como administradora de Impresos Urbanos en donde él tenia participación. Fue nombrada como representante de la ASA S.A y figuró como mandataria de Imágenes Publicitarias, en ambas, el ahora prófugo, tenia intereses.
Hoy, el Ministerio Público (MP) la señala de asociación ilícita, lavado de dinero y financiamiento electoral ilícito. Sin embargo, los secretos de Sinibaldi duermen en Mariscal Zavala, en la celda de mujeres en donde está detenida Herrera. Ayer empezó hablar, poco, pero ya rompió el silencio.
Lo que sabe Herrera de Sinibaldi
Durante la gestión de Sinibaldi, Herrera trabajó a su lado en el Ministerio de Comunicaciones. Sus más allegados recuerdan los viajes cortos y cómo el estilo de vida de la joven dio un giro de 180 grados.
Incluso, hay quienes aseguran que algunos de los fondos de Sinibaldi eran administrados por Herrera. Compras de inmuebles, obras de arte y depósitos en el extranjero eran parte de las funciones de esta “leal” trabajadora.
La Fiscalía Especial contra la Impunidad (FECI) cree, como en todos los casos de la Comisión Internacional contra la Impunidad en Guatemala (CICIG), en el que un soplón le pone los puntos a las ies, que Herrera podrá ser la clave para conocer más sobre los negocios del ex ministro Sinibaldi.
Así trató de proteger Sinibaldi a Herrera
El 31 de agosto de 2014, Sipi lo hizo oficial. Uno de los tres pilares del PP dejaba el MICIVI para apostarle a una candidatura presidencial. Herrera entonces, promulgaba entre sus amistades como Sipi sería el próximo Presidente de Guatemala.
Pero nada pasó como la muchacha esperaba. Peor aún, su ídolo desapareció y la dejó con la brasa caliente en las manos.
Desde el 11 de junio de 2016, fecha en que se emitió orden de captura contra Sinibaldi por el caso de La Coperacha, en el cual Q33 millones fueron sustraídos para comprar regalos para Otto Pérez Molina, Herrera comenzó una larga ausencia en Guatemala.
Acostumbrados a verla de fiesta en los bares de la capital, sus amigos debieron conformarse con darle like a sus fotos en destinos turísticos. Fotos de playas, cruceros, fiestas, conciertos y clubes se colmaban de likes y el hashtag #foreveronvacation se convirtieron en todo el contacto que sus amigos mantenían con ella.
#FOREVERONVACATION
A lo largo de 120 días, la otrora asistente de Sinibaldi se dedicó a vivir la vida a lo grande. Algunos de sus amigos más cercanos, aseguran que algunos de estos viajes fueron una medida que Sipi tomó para proteger a la única persona capaz de revelar sus más grandes secretos.
Julio de 2016. El primer post revela que Herrera tomó un ferri el 22 de ese mes rumbo al exclusivo sitio de descanso de Martha’s Vineyard, una isla en el atlántico estadounidense.
Julio 25 de 2016. Juego de béisbol en Fenway Park de Boston.
Agosto de 2016. Concierto de Cold Play en el Gillette Stadium, la casa de los New England Patriots.
Septiembre de 2016. Cold Storage Beach, Cape Cod Massachusetts.
Octubre de 2016. Kama Lounge, Asian Fusion restaurante y Bar de Massachusetts.
Octubre de 2016. En un bar de Harvard Square, el distrito histórico de Boston Massachusetts.
En 2015, el 9 de diciembre, Herrera le dio a conocer al mundo su nuevo apartamento. Una lujosa residencia en Viú Cayalá, valorada en US$400 mil, la cual adquirió durante su gestión como asistente de Sinibaldi en el Ministerio de Comunicaciones.
El 14 de julio pasado, los hashtags, los sueños y la vida de jet setter de Herrera terminaron. Hoy, en el Mariscal Zavala, está detenida y pasa los días esperando y extrañando a su patrón. Herrera, le debe a su familia, amigos y a todo el pueblo de Guatemala aclarar una sola cosa:
“¿Dónde tiene Sinibaldi los millones que amasó a su paso por el MICIVI?