Un amigo es irremplazable, se vuelve parte de tu vida y está en los buenos y malos momentos de tu vida. Es a quien buscas cuando tienes un problema o necesitas consuelo ante una situación. Por muchas razones cuando lo pierdes se siente un vacío, con el que deberás aprender a vivir con eso.
Es difícil superar la muerte de un amigo; sin embargo, tú sigues aquí y el reto ahora es sobrellevar esa noticia. Ese golpe que sientes que te abre un agujero en tu corazón. Todos reaccionamos de forma diferente a la muerte y solo el paso del tiempo te irá permitiendo la recuperación.
Una buena manera es apoyarte de tu entorno social y mantener hábitos saludables. Lo primero es aceptar que esa persona cercana a ti no volverá a estar contigo y esto puede llevar desde un par de meses hasta un año.
También es importante que no niegues la muerte, habla de tu ser querido con otros amigos o familiares para comprender lo qué sucedió. A veces reconforta más recordar esos buenos momentos que pasaron juntos, los que apreciaste mucho y desecha los malos.
Llora las veces que sea necesario, acepta tus sentimientos después de la muerte de alguien cercano. Es normal sentir desde tristeza, hasta frustración consigo mismo y rabia con tu amigo por dejar este mundo de una manera inesperada, pero a veces es necesario pasar por todas esas etapas para sanar.
Si crees que tus emociones te abruman, busca ayuda profesional. Los psicólogos reciben una formación que les permite ayudar a las personas a manejar de forma correcta y productiva el temor, el sentimiento de culpa o la ansiedad que puedes estar experimentando. Por último, debes saber que nunca estarás solo, ya que puede llevar tiempo comprender o darle un significado a esta pérdida. También, analiza que tu amigo a quien le gustaba celebrar tanto la vida quisiera que hicieras lo mismo. El mejor regalo es recordar su risa, sus consejos y la manera feliz que vivió.
Fuente: American Psychological Association, www.apa.org