Pasaron casi diez años desde que terminó la serie de películas sobre la historia del brujito adolescente más famoso de Hollywood. Pasaron casi 20 años desde que filmó incluso la primera versión que después estrenó en el año 2001. Pero sin los típicos lentes y detrás de una crecida barba, Daniel Radcliffe necesita una verdadera capa invisible para no ser reconocido en la calle como Harry Potter. Él tampoco tiene problemas en autografiar la más clásica varita mágica, cuando lo entrevistamos en Toronto. Pero esta vez, la magia del cine tiene que ver con los efectos especiales de la acción en un mundo real de videojuegos y otro estilo de fama como el nuevo protagonista de ‘Guns Akimbo’
Por Fabián W. Waintal
– ¿Cómo confrontas la fama en tu vida, hoy?
– No lo sé, realmente. Tengo suerte de haberme rodeado siempre de buena gente, toda mi vida y (Harry) Potter fue algo único. En realidad también resultó muy buen lugar para crecer dentro de un estudio. Me cuidó mucha gente en el equipo de filmación y no sé… supongo que mi trato con la fama es saber que no es algo real. Creo que el problema de ser famoso o ser una celebridad es cuando termina siendo parte de tu identidad, cuando te ves así. Por ahí pasa el problema, porque no es algo que vaya a durar para siempre. No siempre va a ser igual, seguro.
– ¿Como el personaje de la película ‘Guns Akimbo’ que no se pone muy contento a la hora de sacarse un selfie con la gente?
– Tal cual (Risas).
– En el cine, tu personaje sale corriendo en el momento que alguien le pide un selfie… ¿Alguna vez hiciste algo así en la realidad?
– No. No, no, no. Hay cierta responsabilidad que va detrás de ser alguien que la gente creció viendo en el cine. No se le puede arruinar esa clase de imagen a nadie.
– ¿Nunca te pasó de querer desaparecer o ir a cierto lugar donde nadie te reconozca? Johnny Depp por ejemplo me dijo alguna vez que le hubiera gustado ir con sus hijos a Disneylandia como una persona normal.
– La verdad, no. Me gusta mi vida. Claro que hay momentos extraños que sucedieron en mi vida pero también está el otro lado de los momentos increíbles que viví. Nunca quise cambiar nada ni salir corriendo de algo así.
– ¿Y aunque no figuras en los medios sociales con una cuenta pública, no te metes en Instagram o Facebook con un nombre secreto, para mantenerte en contacto con verdaderos amigos que sí tienen Instagram o Facebook?
– Sí, tengo amigos y es gracioso porque al no estar en los medios sociales no sé que amigos realmente están en esos medios sociales, aunque tampoco creo que sea un problema. Pero es cierto que estamos pasando por un experimento social de gran escala, muy loco y masivo, en este momento con Internet y estamos viendo como afecta y como cambia nuestro comportamiento. Creo que está teniendo cierto efecto aunque probablemente tampoco nos está formando o cambiando tanto como piensa la gente.
– ¿En la privacidad de tu casa alguna vez te pusiste a buscar tu nombre en Google, para ver que publica la gente en Internet sobre Daniel Radcliffe?
– No, supongo que reaccionaría a un nivel demasiado emocional. No creo que pueda ser bueno en ese sentido porque lo hice algunos años atrás. Por suerte ya no lo hago pero en mi adolescencia, cuando ya había cumplido los 20, pasé mucho tiempo leyendo los comentarios en Internet, leyendo la m… y no es bueno. No es algo bueno para tu salud mental. Y tuve que parar. Pasé por eso y hoy lo agradezco porque aprendí mi lección.
– ¿Qué leíste que te enojó tanto?
– No fue ningún enojo tampoco, nada me hizo enojar, me puso triste.
– ¿Qué?
– No voy a decirte porque todavía existe y podrías encontrarlo (Risas). Eso es lo que pasa, es una flama difícil de apagar porque solo te molesta o te enojan las cosas que hasta cierto punto te dan miedo que sean ciertas. Puedo llegar a leer cuatro buenos comentarios, pero cuando leo uno malo pienso “Ah, es verdad”. Y pensaba que todos los que habían dicho cosas buenas estaban equivocados y estaban mintiendo, como si el malo era el que tenía razón y yo pensaba que era terrible. Es un tema bastante serio para mucha gente y no es algo que quiera iluminar. Pero leer cosas sobre uno, en Internet, tiene esa especie de tendencia masoquista donde pienso que se vuelve una adicción y es un ciclo que hay que romper.
– ¿Escuchaste que Rupert Green y Tom Felton dijeron que les gustaría volver a filmar más películas de Harry Potter?
– ¿De verdad? ¿Lo dijeron?
– Sí, sí ¿En tu caso aceptarías?
– Honestamente, no lo sé, no tengo idea. No quiero decir que si ni que no, para ser honesto, porque son la clase de respuestas que me meten en problemas. Recién me entero ahora y puede ser una de esas cosas que pasan en Internet. No creo que haya sido algo que están hablando en Warner Bros como algo cierto.
– Es verdad, lo dijeron en la inauguración de una de las atracciones de Universal Studios, cuando se lo preguntaron, como te lo preguntamos ahora…
– No te digo que no. Dependería de muchas cosas. Dependería de mi estado de ánimo, dependería del guion. Hay muchas cosas para tomar en cuenta y siento que algo hipotético es difícil de responder en ninguna forma satisfactoria.
– ¿Entre ustedes no se mantienen en contacto? ¿No esconden ningún grupo secreto de Whatsapp con Emma y Rupert?
– (Risas) No. Entre los tres igual hay cierto reconocimiento. A Rupert (Grint) lo vi hace poco. El año pasado lo vi a Tom (Riddle). Es cierto que nadie más pasó por lo que pasamos nosotros y es algo que te une, pero al mismo tiempo no vivimos tan pegados entre nosotros.
El 23 de julio pasado cumplió nada menos que 30 años. Ya no es el jovencito que había aparecido por primera vez como David Copperfield en una película de TV (no precisamente el mago, el Copperfield de Charles Dickens que hace poco apareció en cine, con Dev Patel). Ni es el adolescente que al filmar ‘The Taylor of Panama’ había empezado a leer el libro de Harry Potter… sin poder terminarlo.
– ¿El punto en común con tu estilo de cine tiene que ver con cierta fantasía imposible de replicar en la realidad?
– Me olvido que elijo ese estilo de cine hasta que alguien me dice “Ah, estás filmando otra película así”. Lo único que puedo decir es que hay algo divertido en no filmar películas totalmente naturales. Es lo grandioso que tiene el cine, porque podemos hacer lo que queremos. Si se puede justificar lo suficiente en la historia, para hacer una locura, creo que es realmente divertido trabajar entre esas paredes y hay algo bueno en un personaje con cuernos o el extraño realismo mágico de un cuento de hadas. Siento que me divierte jugar con la mezcla de la fantasía con la realidad
– ¿Crees que puedas alejarte de la imagen de Harry Potter, con una superproducción como ‘Guns Akimbo’?
– No. Todos quieren asumir que cada película que yo hago es un comentario sobre el cine al que estaba acostumbrado a filmar antes, pero no es así. No quiero que la gente se olvide que yo interpreté Harry Potter. Me encantó ser Harry Potter. Fueron demasiados años de mi vida que amé y me pone feliz que la gente las haya visto, esperando que algunos también me vean hoy. No tengo que matar a Harry Potter para hacer cine ahora. Siempre voy a querer lo que hicieron esas películas por mí.
En ‘Guns Akimbo’, Daniel Radcliffe demuestra la más típica adicción juvenil de los videojuegos, con una vida virtual donde se siente un superhéroe, mientras conserva una vida mucho más aburrida en el trabajo normal. Pero todo cambia, cuando la ficción de los videojuegos se vuelve una realidad y él se convierte en el perseguido ‘superhéroe’ famoso que el mundo entero sigue como si fuera un reality de TV.
– La película tiene bastante violencia, bastante odio ¿En tu caso, te enoja algo en particular?
– No sé lo que me enoja realmente… supongo que es lo mismo que a todos, el mal comportamiento en términos de lo que experimentamos en la vida, como cuando la gente no es buena con otras personas en un estudio o los actores se comportan de mala manera… esa clase de cosas.
– ¿Y los politicos que ignoran los cambios climáticos?
– Ah, sí, no, el mundo se está incendiando. Me enoja todos esos temas pero también pienso que llega un punto donde tampoco puedo estar enojado todo el tiempo.
– ¿Qué opinas en tu caso sobre el cuestionamiento de la violencia en los videojuegos o el cine como ‘Guns Akimbo’?
– No me parece que la gente necesite códigos morales necesariamente en el cine. No me parece que esta película le diga a la gente como debe desarrollar su sentido moral. Creo que la violencia también se desarrolla en forma de dibujo animado y tampoco es el tipo de violencia que mejora la vida de mi personaje. En el momento que mi personaje de Miles, tiene dos armas en la mano, su vida se torna terrible y desde ese punto de vista no creo que nadie que vaya a verla piense “Quiero hacer eso”.
– ¿Qué tan bueno eres jugando videogames, en la realidad?
– Bastante malo. Me gustan los juegos de deportes, pero si, también tuve que parar de jugar videojuegos porque pasaba demasiado tiempo sin ser muy buen por ahí.
– ¿Jugaste a los videjuegos de Harry Potter?
– No, para nada.
– ¿Para nada?
– Bueno, a lo mejor lo hice cuando era más chico, pero hace tiempo que dejé el tema de Harry Potter.
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