“Solovino” es un perrito que encontró una luz de esperanza en su vida, por medio de Patricia Loarca. A ella, uno de sus compañeros de trabajo se le acercó y le contó que cerca de su casa había encontrado un perrito que estaba en muy malas condiciones de salud y que necesitaba ayuda. Él, de inmediato le mostró un video donde se podía ver al animalito arrastrando sus patas traseras y colgándole casi la cadera; no sabían de quién era el perrito, pero por la noche se dieron cuenta de que tenía dueños.
Él amigo de Patricia se acercó a la familia de “Solovino” y le contaron que un carro lo atropelló y que por eso su cadera estaba tan mal. Ellos, después del accidente, lo llevaron al veterinario; les dijo que tenían que hacer ejercicios junto con el perrito, pero la familia era de escasos recursos y no lo podían hacer.
“Son personas que viven en muy escasos recursos, por lo que menos se iban a preocupar por un perrito; dejaron que anduviera así, arrastrándose, y cuando lo hace llega al punto de abrirse las patitas”. – Patricia Loarca.
Patricia inició un proceso para que el perrito pudiera recuperarse. Se puso en contacto con un doctor que la iba a apoyar para que el animalito pudiera tener sus terapias, de las cuales cada una costaba Q50 y al mes eran 10. Ella iba a hacer un esfuerzo para que el animalito tuviera una mejor calidad de vida, por lo que se contactó con una amiga que sería la responsable de llevarlo a las terapias. Sin embargo, en cada una de ellas “Solovino” llegaba con las patitas mal cuidadas, pese a que el doctor trataba de tenerlo en buenas condiciones, pues en su casa no lo cuidaban y dejaban que se golpeara.
Así lo tuvieron durante algunos meses; de hecho, el perrito ya se paraba. Patricia tuvo que contratar hasta una ambulancia para perritos para que pudieran llevar a “Solovino” a sus terapias, pero un día el veterinario ya no le puso cita. Ella llamó para saber qué pasaba, pero no esperaba tal respuesta.
“Mire, Paty, yo voy a suspender las terapias no porque él sea malo, sino porque él está totalmente descuidado. Venía con pulgas, tenía garrapatas, está flaco, las heridas están abiertas”.
Por lo que ella se comunicó con la familia de “Solovino” y ellos continuaban asegurando que cuidaban al perrito, pero la realidad era otra.
Al tiempo la familia le comunicó a Patricia que ya no podían tener al perrito, porque una de las dueñas resultó embarazada. Patricia estaba preocupada por él y le rogó a la familia que no lo sacaran a la calle, pero no le hicieron caso. “Solovino” deambulaba en la calle y se arrastraba para buscar comida.
Patricia lo logró sacar de la calle y por ahora “Solovino” tiene un hogar temporal; sin embargo, le quieren buscar un hogar fijo, donde lo amen y lo ayuden a tener una mejor calidad de vida.
Lo que Patricia quiere para “Solovino” es una familia que lo ame, pues ella es su madrina de por vida y se hará cargo de los gastos que el animalito necesite, pues aún tiene que ir a terapia.